Cocheros sin papeles

Son ocho los coches de caballo que en nuestra ciudad se dedican a pasear a los turistas por el casco histórico, mostrando los rincones más bellos de Jerez. Cada día, personas como Juan de Dios Carrasco, -que lleva años ejerciendo este trabajo-, despiertan a sus caballos al amanecer y sacan sus coches a pasear por la ciudad. Siempre en el mismo sitio, en la Alameda Cristina, esperan pacientes a que los turistas que por allí pasen reclamen sus servicios. Pero, a veces, los clientes no llegan y estos cocheros se quejan de la situación, ya que «hay ocasiones en que nos pasamos el día entero esperando y no damos ni un solo paseo». Muchas de estas personas se ganan la vida con esto, y esos días, fatídicos para ellos, suponen «no ver ni un duro». Sin embargo, a pesar de los contratiempos y contra todo pronóstico, ellos se mantienen a diario en sus posiciones, con sus caballos, esperando ese paseo que les proporcione el sueldo del día.

Jerez es una ciudad donde los caballos son una parte fundamental y en la que además cuentan con una larga tradición. La Feria del Caballo es el más claro ejemplo de ello. Para celebraciones, para conocer la ciudad, o simplemente para dar un tranquilo paseo, éste es el transporte más tradicional y con más atractivo de nuestro municipio.

Parecen motivos suficientes para que un trabajo como éste sea fructífero en una ciudad como esta. Sin embargo, no todo el monte es orégano, y estas profesionales tiene que enfrentarse ante dos grandes adversarios que les acechan: la crisis y las licencias.

Respecto al tema de la crisis, muchos de ellos se lamentan de la situación que está haciendo decrecer el turismo y, en consecuencia, que cada vez sean menos los turistas que se acerquen hasta ellos buscando un agradable paseo por la ciudad. Aun así, poco se puede hacer, respecto a este tema, y la mayoría ya se va haciendo a la idea de que «este verano la cosa está peor que nunca, y en Jerez apenas hay turistas».

Sin embargo, el tema de las licencias es algo que a todos les coge más de cerca y al que creen que hay que dar soluciones. Y es que para este año el Ayuntamiento repartió en su momento cuatro licencias entre estos coches de caballo lo cual, si hacemos cuentas, supone que la mitad de ellos, otros cuatro, se vieron desprovistos de estos permisos que les permiten continuar ejerciendo su trabajo. En cuanto a las licencias recién aprobadas para el próximo año, sólo aumentan en una, ya que serán cinco.

Juan de Dios es uno de los que se quedaron sin ella. Lleva más de 25 años trabajando como cochero y este año, sin embargo, se ha encontrado al frente de su coche y su caballo y sin la licencia que le permita usarlos. Han sido muchas las quejas por parte de este colectivo para obtener los papeles necesarios, pero la cuestión es que las condiciones en que se encuentran sus coches de caballo, no son las idóneas para el Ayuntamiento que, por su parte, defiende que «básicamente lo que se pretende es un servicio de calidad tal y como venimos trabajando en todos los aspectos del turismo en Jerez».