El equipo de Javi Gracia muestra dos caras y salva su primer 'bolo' veraniego

No es broma. Fleurquin y Bezares comienza a ser el doble pivote elegido por Javi Gracia. El nuevo entrenador cadista apostó por un 4-2-3-1, el sistema que le ha llevado en los dos últimos años a dos play off de ascenso con el Pontevedra. Delante, un Arcos recién descendido a Primera Andaluza que con Maqui en el banquillo puso en apuros al Cádiz en la segunda mitad. Curiosamente fue con la eterna pareja de medio centros cuando el Cádiz trazó su mejor juego. De este modo llegó el primer gol tempranero de la pretemporada cadista, obra de Manu Barreiro. Después de una perfecta triangulación entre Enrique, Fleurquin y el delantero, era el gallego quien desde la frontal del área enviaba el balón a la red. En el primer tanto los protagonistas eran conocidos pero también hubo tiempo para los nuevos. De hecho, el segundo tanto llegó tras un centro medido del interior zurdo Juanma, que Enrique acertó a cabezear para superar a Olmedo. La posible goleada cadista sumaba adeptos entre la grada, pero no fue así. Tras el 0-2 el Cádiz se limitó a contemporizar el partido y se acabó relajando. El gol arcense llegó tras un penalti cometido por unas rigurosas manos de Bezares en el área cadista. Sierra fue el encargado de batir a Dani. En el segundo tiempo Javi Gracia cambió por completo al equipo, un once con algo más de toque. En la teoría, porque en la práctica este once aburrió al personal que se encontraba en el Antonio Barbadillo e incluso puso en peligro la victoria de un Cádiz, que con la lenta defensa que componían Mansilla y Luismi, acabó con apuros para mantener el resultado.