Brown suma en su tradicional feudo de Glasgow la cuarta debacle consecutiva
Los nacionalistas escoceses arrebatan a los laboristas un escaño que ocupaban desde la Segunda Guerra Mundial Cameron reclama al primer ministro comicios anticipados
Actualizado: GuardarEl Partido Laborista perdió ayer uno de sus escaños más seguros en Escocia. El sufragio debía celebrarse tras la dimisión, por motivos de salud, del diputado laborista que representaba a la circunscripción de Glasgow Este. La elección de un nacionalista es otro signo de descrédito del partido de Gordon Brown. La circunscripción incluye algunos de los barrios con la calidad de vida más baja de Reino Unido. Desde las altas torres de Easterhouse a los pisos de Shettleston, el laborismo había gobernado esta zona ex industrial con las viejas recetas. Aquí no había aparente necesidad del 'nuevo laborismo' de Tony Blair y Gordon Brown.
Pero el resultado de décadas de administración municipal y de representación laborista en el Parlamento de Westminster es una expectativa de vida catorce años por debajo de la media nacional. El obrero industrial de Glasgow Este bebe y fuma, quizás está desempleado y no vota, y muere a los 63 años. El Partido Nacional Escocés (SNP), cuyo líder, Alex Salmond, es el ministro principal de la autonomía regional que preside un Ejecutivo minoritario, ha ascendido en las últimas décadas sustituyendo a los conservadores en circunscripciones agrarias y pesqueras para representar la ambición de las clases medias. La victoria nacionalista en Glasgow Este puede señalar que el SNP está alcanzando un objetivo estratégico fundamental, sustitutir al laborismo, que ha mantenido la hegemonía política en Escocia desde la Segunda Guerra Mundial en los distritos de la franja central e industrial de la región.
Los laboristas decían ayer que los Juegos de la Commonwealth y un gran proyecto de regeneración urbana mejorarán la situación del este de Glasgow, pero el nuevo diputado por la zona es John Mason, que dobló su voto con respecto a los comicios de 2005, mientras el de la candidata laborista caía casi la mitad. «El primer ministro debe convocar inmediatamente elecciones generales», reclamó David Cameron, líder del Partido Conservador, que también perdió votos en esa elección. Los 'tories' no tienen muchas esperanzas en Escocia, pero el paulatino adelgazamiento de la base electoral escocesa del laborismo es una excelente noticia para ellos.
No habrá elecciones generales posiblemente hasta junio de 2010, la última fecha en la que Gordon Brown puede ir a las urnas. Ayer, se mostró confiado en una reunión de correligionarios en que, cuando llegue la hora de las elecciones generales, los británicos volverán a confiar en los valores laboristas.
Pero ésta es la tercera debacle consecutiva de Brown en este tipo de elecciones parciales, a la que hay que añadir el desastre en las municipales, en las que perdió Londres. Todas han ocurrido desde que el jefe de Gobierno tuvo que cambiar su proclamación de autoría de un milagro económico por pedir confianza en su capacidad de guiar el timón.