Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
AMIGOS. El rey Juan Carlos y Hugo Chávez dieron por zanjadas sus diferencias con un caluroso encuentro en Marivent. / EFE
ESPAÑA

El Rey y Chávez restañan heridas

«¿Por qué no vamos a la playa?», bromeó el presidente venezolano, que presentó en su encuentro con don Juan Carlos en Palma de Mallorca su lado más conciliador

KAREN DE LA HOZ
Actualizado:

Bromista y conciliador. Ése fue el Hugo Chávez que llegó ayer a España para reunirse con el rey Juan Carlos en el Palacio de Marivent, en Mallorca. Atrás quedó la tensión del famoso episodio de «¿Por qué no te callas?» que les enfrentó hace ocho meses en la última Cumbre Iberoamericana. El estribillo fue reemplazado astutamente por el presidente venezolano con un «¿Por qué no vamos a la playa?», al que el Rey respondió con una afable sonrisa.

«Don Juan Carlos, usted me debe un dinerito». Fue la única reclamación que salió ayer de la boca de Chávez, durante su visita al Rey. El líder sudamericano no se resigna a que todo el reconocimiento por el incidente de Chile se lo quede el Monarca español y afirmó que «los derechos de autor» les corresponden a los dos.

Ambiente distendido

El esperado encuentro comenzó, así entre bromas, al pie de las escalinatas de Marivent hasta donde don Juan Carlos se desplazó para esperar a su invitado. Chávez llegó con una hora de retraso y en un ambiente distendido y de sonrisas afirmó que el fuerte calor de la isla le hacía sentirse como si estuviera «en Cuba, Jamaica o Margarita». Con un efusivo apretón de manos, el Rey y el presidente venezolano dieron por zanjado el episodio que les enfrentó en la pasada Cumbre Iberoamericana y que desató una grave crisis en las relaciones bilaterales. En aquella ocasión, el Monarca criticó a Chávez por interrumpir la defensa que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hacía de su antecesor, José María Aznar, luego de que el propio Chávez le llamara «fascista».

El enfrentamiento llevó al presidente venezolano a afirmar que estaba «sometiendo a una profunda revisión las relaciones políticas, diplomáticas y económicas con España», aunque los esfuerzos conciliadores del Gobierno encauzaron las relaciones. El café que compartieron don Juan Carlos y Chávez ayer y la camiseta que le regaló el Rey como muestra de desagravio dan fe de ello.

A las 12.30 horas, Chávez abandonó Marivent para dirigirse al Palacio de la Moncloa, donde le esperaba el presidente Zapatero. Otro apretón de manos y una nueva alusión al clima dieron inicio al encuentro que se prolongó durante cuarenta minutos. «No quisiéramos llegar a ningún tipo de confrontación sino más bien buscar soluciones», afirmó Chávez durante una rueda de prensa conjunta con Zapatero. De hecho, dejó atrás el tono amenazador que viene utilizando para referirse a la Directiva de Retorno aprobada por el Parlamento Europeo y centró su discurso en la importancia de la cooperación entre España y Venezuela.