Hinchazón de pubis
Como ahora está de moda eso de ser patriota, pues este que suscribe se apunta también a la moda de defender los símbolos nacionales. ¿Viva España!, ¿Viva la selección! y ¿Viva la prensa nacional y la mafional si hace falta! Sobre todo porque esta última es una de las que mejor simboliza este espíritu y que constantemente nos recuerda la procedencia de los jugadores que integran el ya combinado de Vicente del Bosque.
Actualizado: GuardarLo que nadie debe olvidar es que en otros países ese mismo sentimiento también está muy arraigado. Para que nos entendamos que en Argentina, Brasil, Inglaterra o, si me apuran, Burkina Faso, también son ultras de sus respectivos equipos nacionales. Sin embargo, ese mismo club del que algunos se vanaglorian como bandera de la selección o al que algunos nombran cuando echan en falta a alguno de sus integrantes se pasa por el forro la reglamentación mundial con excusas absurdas y rocambolescas. Una de las mayores ilusiones de cualquier deportista es acudir a los Juegos Olímpicos representando a su nación de origen. Pasa aquí, en Asia, en África y hasta en Oceania. Lo malo es cuando tu club, que presume de señor, te pone trabas que entierran tu ilusión y, de camino, perjudican a su propia imagen. Conozco la pasión de los argentinos por defender a su tierra, por eso me consta que a Heinze la idea de marchar a Pekín le hacía inmensamente feliz. Pero no puede hacerlo. Lo mismo se puede decir de Robinho pero tampoco puede hacerlo. Dicen los que saben de esto que tiene una lesión de pubis. Los demás no tienen más remedio que apechugar y callarse pero ellos tienen inmunidad mafional. A los demás se le empieza a hinchar el pubis mientras ellos terminarán hinchando sus arcas si Abramovich se termina encaprichando.