La defensa del acusado de Vistalegre niega que exista un delito de secuestro
La abogada asegura que la víctima estaba en continuo contacto telefónico con sus hijos El reo presenta un delicado estado de salud
Actualizado: GuardarLa defensa de Antonio G. C, el vecino de Vistalegre acusado de retener presuntamente a su esposa en el domicilio familiar durante cuatro días, asegura que no existe tal delito, ya que ni siquiera el Ministerio Fiscal lo ha calificado como tal. Como ha podido saber este periódico, la letrada encargada del caso afirma categóricamente que «no es verdad» que la víctima, Isabel B. H, haya estado secuestrada en ningún momento.
La razón sobre la que sustenta su argumentación es que la esposa estuvo en permanente contacto telefónico con sus hijos durante el tiempo que se supone que fue retenida en la vivienda. Además, la abogada insiste en que uno de esos días la mujer salió del domicilio en compañía de su hermano, que vivía con la pareja. Según esta versión, todo fue originado por una discusión mantenida entre el padre y el hijo que tambíen residía con ellos, y que fue quien alertó a la Policía, alegando que quería irse de casa y no podía recoger sus pertenencias.
Un día antes de que los agentes acudieran al inmueble, el acusado sufrió un infarto por lo que se dirigió a urgencias en un taxi que, según la defensa, fue alertado por la propia Isabel. Con respecto a la acusación de malos tratos reiterados, el imputado niega también que se haya producido cualquier tipo de episodio violento hacia su mujer, como en cambio reitera el abogado de ella.
Por el momento, la defensa se encuentra a la espera de la respuesta de la Audiencia Provincial al recurso interpuesto contra la ratificación del auto de prisión provisional, apoyándose precisamente en estos argumentos. Antonio G. C, por su parte, permanecerá en la cárcel de Puerto II hasta que el órgano provincial se pronuncie al respecto. Aunque su salud está bastante resentida, se encuentra sometido a un tratamiento que está siendo controlado desde la enfermería del propio centro penitenciario.