Otro día a tope

Antes de comenzar la carrera, a primeros de julio, todo hacía prever

que a la salida de los Alpes todo estaría más o menos decidido. Sin embargo, las diferencias de tiempo quedaron muy ajustadas en Alpe d'Huez y, por lo tanto, será en la contrarreloj de mañana la que decida. Sobre la etapa de ayer, fue otro día de salida a tope. En los primeros treinta kilómetros pedaleamos por encima de 57 por hora. Los primeros intentos de fuga no consiguieron llegar a buen puerto.

En el segundo puerto, el Caisse d'Epargne, mi equipo, estuvo en cabeza del pelotón durante unos quince kilómetros. ¿Para qué? Para ver si se quedaban los esprinters y así poder intentarlo yo el triunfo de la etapa. Pero vimos que no era excesivamente duro, y paramos.

Al final se fue Barredo con el del Columbia y bien que me hubiera

gustado que ganase el español. Lo peor de la etapa fue la caída de Damiano Cunego, cuando pedaleábamos a setenta por hora. Tuvo la valentía de aguantar y llegar a meta aunque fuera a veinte minutos.

Con Sastre hablé un rato durante la etapa. Me comentó lo feliz y contento que se sentía tras su espectacular triunfo de la etapa del Alpe d'Huez y el consiguiente maillot amarillo. Me aseguró que intentará con todas sus fuerzas llegar a París como primero de la general.