El alemán Burghardt amarga a Barredo
El corredor del Columbia hizo valer su punta de velocidad para ganar la etapa Logró el quinto triunfo para su equipo
Actualizado:Carlos Barredo, que es un enamorado de las clásicas, convirtió la etapa que salía de Bourg d' Oisans y finalizaba en Saint-Ètienne en eso, en una clásica. Le faltó un poco más de velocidad para poder ganar a su compañero de aventura, el alemán Marcus Burghardt, con el que mantuvo un buen pique deportivo en los kilómetros finales.
Barredo sabía que era más lento que el alemán, que le daba al equipo Columbia su quinta victoria de etapa, por lo que intentó dejarle en varias ocasiones. No pudo hacerlo. Se encontró Barredo con un corredor que se formó en la pista, de cerca de 1:90 de estatura, lo que le permitió controlar los tiempos de arrancada perfectamente.
Burghardt, vencedor de la Gante-Wevelgem en 2007, sabía que era muy superior a Barredo y esperó hasta el último momento, sin correr ningún riesgo. A Barredo no le quedaba más remedio que hacer lo que hizo, atacar desde lejos a este ciclista nacido en lo que fue la extinta República Democrática Alemana.
Con un pelotón muy fatigado después de pasar los Alpes, que sólo quiere llegar a Paris, la etapa estaba predestinada a las escapadas, lo que le venía muy bien al CSC, el equipo de Carlos Sastre, para descargarse de trabajo. Tienen un equipo muy fuerte, es cierto, pero no para hacer excesos. Si alguien quiere controlar la cabeza del grupo no le queda más remedio que trabajar.
«Somos fuertes, pero humanos. Hay que tomar en carrera los riesgos necesarios, de una manera inteligente. De lo que se trata de es recuperar bien y de estar recuperado para el sábado, no reventar el equipo», dijo Sastre al termino de la etapa.
Al asturiano Carlos Barredo no le están saliendo las cosas nada bien en este Tour. Ni a él, ni a su equipo, Quick Step. A los 27 años de edad, lleva cinco temporadas en el mundo profesional. Se formó en la cantera de la ONCE y debutó en profesionales con el Liberty Seguros, con el que estuvo tres temporadas. Cuando la operación Puerto se llevó por delante el equipo profesional, Barredo no lo dudó. Fichó por un equipo que cuidase y mimase las clásicas, su gran pasión, el Quick Step, con el que está conociendo otro tipo de carreras que le apasionan. «No he llegado bien al Tour. Mi padre ha tenido una enfermedad (se le reventó la aorta y estuvo a punto de morirse), que ha sido bastante complicada, y me ha afectado. Ahora lo estoy pagando», explicaba este asturiano de que tuvo un comienzo de temporada muy fuerte, que le obligó a correr muchas carreras.
La etapa había sido complicada desde el inicio: «No cogimos la primera escapada y tuvimos que trabajar. He conseguido meterme en la otra. El alemán ha sido muy reservón. Ha dado relevos de mentira. Por eso le he atacado todo lo que he podido». Mikel Astarloza terminó quinto, tras meterse en otra escapada que se formó detrás de la escapada principal. Barredo se escapó en el kilómetro 68 y Burghardt le cogió en el 78. Llegaron a tener diez minutos de ventaja. Damiano Cunego se cayó en el kilómetro 28 de la etapa y llegó a meta a 20:12, junto a cuatro compañeros de su equipo.
Carlos Sastre y su equipo no tuvieron ningún tipo de problema. Su director, Bjarne Rijs, está hasta simpático: «La etapa de Alpe D'Huez fue el día más feliz de mi vida». Cuando le dijeron si su victoria en el Tour de 1996 por delante de Miguel Induráin estaba incluida en esa felicidad, matizó: «Desde que soy director». De cara a la contrarreloj, manifestó que «vamos a hacer volar a Sastre. Lo hará mejor que nunca. Soy optimista sobre el resultado de esa contrarreloj». A nivel general eso es lo que le queda a esta carrera, decidir el ganador final y el podio.