tribuna

Líderes europeos y control de los mercados financieros

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El día 19 de Mayo destacados lideres europeos han dirigido una carta a Sarkozy y al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, para que se constituya un Comité para la crisis europea, con objeto de limitar los riesgos provocados por las crisis financieras y hacer contrapeso a los mercados financieros. Con el lema los mercados financieros no nos pueden gobernar, expresan su preocupación por la desigualdad creciente de los ingresos junto al aumento continuo del sector financiero, que ya representa 15 veces el valor del producto interior bruto (PIB) de todos los países. Esta crisis financiera, añaden, ha permitido ver más claramente las alarmantes disparidades de renta que no han hecho más que aumentar en las últimas décadas. Todo ello, añade, con la ironía de que los salarios y las primas de los ejecutivos han alcanzado niveles extremadamente elevados, mientras que se estancaba o bajaba la rentabilidad de sus empresas.

Esta demanda coincide con la solicitud a regular los mercados financieros internacionales efectuados por George Soros estos días con la presentación de su último libro El nuevo paradigma para los mercados financieros: la crisis crediticia y su significado, y por Warren Buffet recientemente en Madrid, el hombre más rico del mundo en 2008 según la lista Forbes.

El sistema social capitalista se basa en el acatamiento del mercado como instancia fundamental de asignación de recursos. La primera consecuencia es la mercantilización de todos los aspectos de la vida, incluido el ser humano que también se convierte en mercancía. La teoría económica neoliberal se ha configurado como el principal instrumento vehiculizador de su hegemonía en la globalización, que arranca con el comienzo de la década de los noventa. La contestación social mundial surgida con las movilizaciones del Foro Social Mundial y la rebelión de la treintena de países denominados emergentes han cuestionado la ampliación y liberalización de los mismos volviéndose al proteccionismo.

Las instituciones financieras internacionales surgidas tras la Segunda Guerra Mundial han cumplido el papel regulador del Estado en la dimensión internacional hasta ahora pero careciendo de funcionamiento democrático. La quiebra financiera y de legitimidad del FMI, el Banco Mundial y la OMC, acompañada de la deslegitimización de la actual ONU marcan la actual crisis con la confluencia de graves crisis financiera, económica, social, energética, alimentaría, medioambiental, política y de valores.

En la actualidad el capitalismo como sistema mundial sufre a nivel global un conflicto abierto entre la sociedad mundial y sus instrumentos reguladores internacionales que ya no pueden seguir cumpliendo su función. Las desigualdades y tensiones provocadas por el sistema son tan manifiestas y graves que sus mecanismos de autorregulación no funcionan y han de ser sustituidos por otro. La denuncia del daño que causan los especuladores realizada por ellos mismos, Soros y Buffet, resultaría cómica si no fuera por los sufrimientos de millones de personas tras ella. Los líderes europeos que han dirigido el escrito a Sarkozy son conscientes de que la ruptura del sistema ordenador de las relaciones internacionales trae implícito el desorden y el caos general, la disgregación de la sociedad y la posibilidad de desaparición del propio sistema. Reclaman una reforma de estos mecanismos autorreguladores para perpetuarlo. Cambiar algo para poder seguir; crear un Estado mundial sin salir del propio sistema capitalista. Gobernar los mercados financieros para que el conflicto entre estos y la humanidad no suponga la desaparición del propio sistema capitalista.

Así vemos los intentos de legitimar los actuales organismos como la Comisión sobre el Desarrollo y el Crecimiento, impulsada por el Banco Mundial presidida por los dos Premios Nóbel de Economía Spence y Solow, que por primera vez ha dado participación a representantes de 15 países periféricos, o la sustitución al frente del FMI del conservador Rato por el socialdemócrata Strauss-Kahn y el nombramiento como economista jefe del francés Blanchard, crítico con el sistema y lector de Marx en el mayo del 68 francés según nos informan.

En épocas de crisis los políticos reformistas son más eficaces, por lo que observamos como los conservadores proponen a estos para presidir los organismos multilaterales que tan sólo hace cuatro años Bush intentaba monopolizar a través de sus halcones. Desde ellos se intenta un proceso de transformación interna controlada en lo posible, pero conscientes de que el resultado final debe ser diferente a lo que hay. Es el proyecto reformista que Rajoy quiere para el PP.

La crisis actual es en realidad una crisis del sistema de dominación que implica una profunda crisis económica. El sistema mundial basado en la importación desde China e India de deflación por los bajos salarios y en el consumo masivo por el endeudamiento en USA y UE ha estallado. Las ayudas de los Bancos Centrales al sistema financiero han provocado la crisis alimentaría y la subida escandalosa de los productos energéticos. Un sistema que no satisface ni siquiera la posibilidad de sobrevivir necesariamente es cuestionado. Pero para salir de la crisis económica, social y política se necesita otra instancia ordenadora alternativa. La respuesta es construir las democracias del siglo XXI. El proceso de globalización neoliberal suprime la soberanía ciudadana que pierde centralidad política y capacidad para definir el futuro de la humanidad mientras crece la interdependencia global. ¿Pero cómo puede la democracia sobrevivir a estos cambios, donde el mercado se impone pero la ciudadanía desaparece?

En primer lugar, reconociendo que en un mundo unificado para el capital y las mercancías, la competitividad entre los Estados nacionales le otorga una ventaja estratégica a los mercados financieros; en segundo lugar, no podemos consentir que se sustituya a la ciudadanía por el consumidor y, en tercer lugar, manifestando con claridad que un crecimiento ilimitado es inviable. Que la actual Teoría económica corresponde a la economía industrial y que la sociedad del conocimiento donde el factor económico fundamental es el ser humano requiere su propia y nueva Teoría económica que de paso a un sistema productivo con decrecimiento monetario y basado en bienes duraderos.