PRESENTACIÓN. Morales mantenía la sonrisa ayer a pesar de los problemas. / JUAN CARLOS CORCHADO
Deportes

A Garrido se le complica la operación y el Xerez se queda en la cuerda floja

A falta de una semana para que acabe el plazo dado por la AFE el Deportivo corre serio riesgo de perder la categoría El espereño tiene muchas dificultades para afrontar la deuda y el Ayuntamiento se puede ver obligado a entrar en escena

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La alarma ha saltado en el Xerez Deportivo. A falta de una semana para que se cumpla el plazo fijado por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para solventar los impagos, la entidad azulina se encuentra sin capacidad para afrontar los aproximadamente dos millones y medio de euros que debe abonar para salvar una categoría que logró mantener en los terrenos de juego. La directiva que encabeza Joaquín Morales estaba pendiente de cerrar la venta de su paquete accionarial al empresario Francisco Garrido, pero el presunto comprador sufrió en la jornada de ayer un duro varapalo que ha frenado en seco su entrada en la entidad xerecista. Joaquín Morales anunció durante la presentación de la campaña de abonados que Garrido estaba pendiente de que una entidad bancaria le aprobara «una operación muy avalada» para recibir el dinero suficiente para solucionar las denuncias en AFE, pero lo que iba a ser el primer paso hacia el equipo de Chapín, fue paralizado ante la negativa de dicha entidad bancaria.

El plan A ha fallado, y tras éste no aparece ninguna alternativa. En el Xerez se han perdido casi todas las esperanzas en que Francisco Garrido pueda solucionar la situación y confían en que aquella «jugada maestra» de la que hablaba la alcaldesa de Jerez aparezca por alguna parte. Y es que parece que la responsabilidad puede caer ahora sobre los hombros de un Ayuntamiento que ya se está moviendo para tratar de salvar la situación. Garrido, por su parte, parece haber gastado su principal bala y continúa sin aparecer públicamente, pero también trata de mover sus hilos en busca del milagro. Sin contar el día de hoy, restan siete jornadas para depositar en AFE el dinero que se les debe a los jugadores y el Deportivo vuelve a jugarse la permanencia.

Antes de enterarse de los problemas financieros de Garrido, el presidente del Xerez explicaba que había llamado a dicho banco a «las ocho y cinco de la mañana y me han dicho que llamaba muy temprano. Yo les he respondido que llevaba ya unas horas esperando que fueran las ocho para poder llamar. Entraban en comisión a las nueve y media y salían sobre la una de la tarde para decirme sí o no. Es una operación que se me ha planteado, que es muy sería, muy consolidada, muy avalada, que cualquier banco diría sí o sí en cualquier momento. Estoy hablando de un adelanto para arreglar el tema de los futbolistas. Lo demás, me gustaría que se hiciera, estoy loco por que se haga pero tampoco corre esa gran bulla. Lo que corre prisa es que antes del día 30 hayan cobrado todos los futbolistas, y los que restan por venir estén con la tranquilidad de que el Xerez va a estar en Segunda».

Minutos antes de que Morales conociera la mala noticia, se dirigía a la hinchada azulina para pedir que confíen en «el Xerez y en el presidente que tienen. Ellos ya saben que me tienen con mis fallos y mis poquitas virtudes. Dentro de mis cosas buenas, que no tendría que ser yo el que las dijera, está que voy a piñón fijo, y que no abandono el barco, y que estoy aquí. Se habla mucho y se hacen muchas promesas, pero el que está aquí es Joaquín Morales, y el que va a hablar con los futbolistas es Joaquín Morales, y el que le va a dar forma antes del día 30 es Joaquín Morales con la ayuda del que sea, porque esa responsabilidad ya no es mía. Esa responsabilidad, más por suerte que por desgracia, ya la han cogido otras personas que tienen que cumplir o sí o sí. No lo olvidemos, o sí o sí».

El presidente xerecista recordaba que la venta de sus acciones «no es tan fácil como se decía en aquella semana previa al partido del Elche. Lo dijo (Pilar Sánchez) sin maldad y creyendo que el fútbol es así, pero luego cuando llega el momento de buscar los chismitos (el dinero) es complicado, y más en la situación en la que estamos. Yo sigo pensando que Garrido es una persona súper seria, que lo está pasando mal por lo complicado que está siendo buscar este dinero, pero que al final lo va a conseguir. Además, hay un compromiso claro y rotundo de Pilar Sánchez, alcaldesa de Jerez, y de este señor, que como máximo en horas o en un día o dos resolverá el problema gordo que tengo yo y que tiene el Xerez», comentaba un Morales que minutos más tarde conocería las dificultades del empresario de Espera. «Sería una pena que después de lo que hemos pasado, de lo que hemos sufrido y de las lágrimas que algunos hemos echado, al final se perdiera por falta de pago a los futbolistas. Eso no va a pasar, no va a peligrar, porque si eso pasara nos tenemos que ir de Jerez. Son personas con peso específico y muy serias, personas que tienen que cumplir o sí o sí», redundaba el nazareno.

Difícil para Rondán

Ante esta situación no podía hacer otra cosa que reconocer que «nos está costando muchísimo fichar, porque es normal que los futbolistas sepan que nosotros todos los años dejamos dos o tres meses por cobrar. Es verdad que se paga al final, pero este año hemos batido el récord y hemos dejado cuatro meses sin cobrar, aunque siempre terminan recibiendo su dinero».

Se le trasladó al presidente la preocupación del vestuario del Xerez. Algo a lo que respondió con un «preocupados estamos todos. Yo no voy a decir que soy el que más preocupado esta, pero sí que lo estoy más que muchos en el vestuario porque tengo una responsabilidad, me he jugado y he perdido mi dinero, me he jugado mi patrimonio, mi credibilidad, me lo juego todo. Más preocupado que yo habrá alguno, pero no muchos. Tengo esa convicción de que todo va a salir bien porque no tiene otra vuelta de hoja. No tiene sentido haber llegado hasta aquí y perderlo todo por no cumplir ese pago, que se ha cumplido todos los años sin ayuda de nadie. Esta temporada se va a cumplir con la ayuda de este señor porque entre otras cosas, los dos millones de subvención no los hemos tocado porque Hacienda y Seguridad Social lo tienen ahí paraditos. Eso era para pagarle a los futbolistas».

En el mejor de los escenarios, suponiendo que el Xerez salva este importantísimo escollo, aparecería un nuevo interrogante en el horizonte azulino. ¿Qué pasará tras el 31 de julio? «A partir del 1 de agosto si sacamos los 10.000 socios, encontramos otro montón de gente (patrocinadores) que colaboren, y yo me tengo que quedar de presidente se les dará a los jugadores un mes, dos, tres atrás al final cobrarán, pero es que no hay otra forma de hacerlo. Si entra este señor, que es lo que yo quiero, que es lo que quieren los futbolistas, que es lo que quiere la afición, la alcaldesa y que ojalá sea así, pues cobrarán el día uno. ¿Nosotros qué podemos decir? Que los cinco o seis primeros meses, como siempre pasa, se cobra porque hay dinerito. Lo que no, pues habrá que buscarlo, y con esa claridad les hablé el otro día a los futbolistas. No se les puede vender la burra».

Ante este importante imprevisto y por la manera de hablar de Joaquín Morales durante la presentación de la campaña de abonados, no habría que descartar que el nazareno estuviera en el sillón presidencial en el primer partido de Liga en Chapín. Ante este planteamiento, el de Dos Hermanas se agarra a lo divino. «Dios quiera que yo pueda estar en gol sur, o en gol norte y le pueda decir cuatro cositas al árbitro, y no en el palco, que me las tengo que callar. Estoy loco por hacerlo. A más de uno le decía yo que se sentara en ese sillón sin poner dinero, sólo para tomar decisiones y aguantarlo todo. Lo estoy dando todo por el Xerez. Lo que yo estoy dando por este equipo sólo lo daría por un hijo o un gran amigo mío. Eso la gente se dará cuenta con el paso del tiempo».

Y es que aunque pueda parecer que se precipitó a la hora de anunciar la venta él mantiene que hace «los tratos así. Tendré ochenta años y continuaré haciendo las cosas a mi manera. Me tomé un café con él (Garrido), nos dimos la mano y vendido estaba».

sgalvan@lavozdigital.es