Faltó garra
Después de subir por primera vez en plena competición la etapa reina de los Alpes sólo tengo una palabra. Es espectacular. Tuvimos que afrontar un altísimo desnivel medio por encima de los cinco mil metros y a estas alturas de carrera eso ya es durísimo.
Actualizado: GuardarSubimos el Galibier a tren. Quedaban muchos kilómetros y en el siguiente puerto, con otros treinta de subida, el ritmo que impusieron los corredores del CSC fue muy alto. El pelotón quedó ahí reducido a pocas unidades.
Por delante, la fuga estaba condenada y la batalla quedaba a la espera para las rampas de Alpe d'Huez. Sastre, demarró cuando apenas
faltaban unos doce kilómetros y le salió muy bien. Y para ello también hay que estar bien.Yo esperé un poco a que saliera Evans, ya
que estaba obligado. Me veía con fuerzas y ganas para haber estado con Sastre delante. Lo que no iba a hacer era arrastrar a nadie; no era mi guerra. La mala suerte fue que cuando arrancaba se iban a mi
rueda los hermanos Schleck.
Después de ver cómo estaba la carrera, debí echarle cojones y haberme ido con Sastre, como pensé.