El comando imprescindible
Los planes de ETA a principios de 2007 contemplaban instalar siete comandos en diferentes zonas de España. Sus efectivos no eran en ese momento tan importantes como los que había dispuesto para romper el alto el fuego de 1998, cuando movilizó más de una docena de grupos, que perpetraron diferentes atentados a lo largo del año 2000. Además, esta vez la banda se encontró con una eficaz respuesta policial que desmanteló casi todos los comandos, y sólo dos de los siete grupos entraron en acción.
Actualizado: GuardarEl 'comando Elurra', formado por vecinos de la localidad navarra de Lesaka, tuvo una intervención espectacular con el atentado de la T-4, pero también fue desarticulado por la Guardia Civil. Los efectivos iniciales de ETA quedaron entonces reducidos a un solo grupo, el que operaba en Vizcaya bajo la dirección de Arkaitz Goikoetxea y Jurdan Martitegi. A esta célula le correspondió demostrar que las amenazas formuladas por la banda al romper la tregua iban en serio.
La dirección etarra necesitaba al 'comando Vizcaya' mientras trataba de reorganizar otras células que ocuparan el lugar de las que habían sido desmanteladas. Lo necesitaba tanto que no podía prescindir de sus servicios a pesar de que los dos cabecillas del grupo habían sido identificados nada más cometer su primer atentado, el perpetrado contra el cuartel de Durango el 24 de agosto. En otras circunstancias los dos 'liberados', cuyas fotos estaban en las carteras de todos los policías, hubieran sido relevados más temprano que tarde por su propia seguridad y la de sus compañeros. En los mejores tiempos de ETA -en los años ochenta- los miembros 'liberados' permanecían en España un periodo prudencial de entre seis y nueve meses, para después regresar a Francia y ser relevados.
En esta ocasión, la dirección de ETA no podía permitirse el cambio del 'comando Vizcaya' porque si fallaba el relevo se produciría un parón en la actividad terrorista, poniendo en evidencia la debilidad de una organización que hace apenas un año, con su comunicado de ruptura de la tregua, había lanzado un desafío al Estado. Es lo que ha llevado a su desarticulación.