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IRREGULARIDAD. La depuradora de Cádiz presenta repuntes de contaminación en algunos análisis. / ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

Más de 200.000 gaditanos aún vierten al mar aguas fecales que no se depuran

El crecimiento urbanístico desaforado deja pequeñas cinco depuradoras de la provincia Ecologistas en Acción denuncia deficiencias en la limpieza del agua de 16 instalaciones

ELENA MARTOS
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Seguimos tan mal como estábamos o peor. Año y medio después de la entrada en vigor de la norma europea, que obliga a los municipios de más de 2.000 habitantes a tratar sus aguas residuales, no se ha puesto en funcionamiento ni una sola de las instalaciones previstas. Un total de 215.325 gaditanos continúan vertiendo aguas negras al río o al mar, o lo que es lo mismo, la población de 12 municipios, entre ellos Algeciras, con 111.283 habitantes censados. Los residuos de otros 200.000 no se depuran con un nivel aceptable.

Los municipios costeros son los que tienen más problemas, por el incremento de la población flotante en los meses de verano. Los núcleos urbanos llegan a triplicarse como el caso de Chipiona, aún sin depuradora. A falta de infraestructuras se encuentran también Tarifa, Algar, Alcalá de los Gazules, Benaocaz, Bornos, Medina Sidonia, Prado del Rey, Trebujena, San José del Valle y Zahara de los Atunes.

Precisamente las aguas residuales urbanas tienen mucho que ver con la degradación de los recursos hidrológicos, según Ecologistas en Acción. Los conservacionistas recalcan que la carga contaminante es alta, aunque la dinámica marina de la provincia contenga los niveles.

Por su parte, la Administración andaluza también ha puesto de relieve esta situación y ha agilizado trámites para construir las depuradoras aún pendientes. Por lo pronto, la planta del muncipio chipionero debe estar lista a finales de este mismo año y la de Algeciras para 2010, según el jefe del Servicio de Protección Ambiental de la Delegación del ramo, Norberto Cobo. Vejer está a punto para empezar a funcionar a expensas del enganche eléctrico, mientras que el proyecto de Tarifa aún se encuentra en estudio. Con respecto a las infraestructuras del interior de la provincia, Bornos ya tiene el proyecto redactado, junto a dos más para varios municipios de La Janda. La más avanzada es la de Prado del Rey, que comenzará a funcionar en pocas semanas.

Otra cuestión es el nivel de depuración de las instalaciones. En este sentido, el balance no es «todo lo bueno que deseamos», indica Cobo. La delegada de la Junta, Gemma Araujo, precisa que en los últimos cuatro años su departamento ha impulsado actuaciones para el 16% de la población de la provincia y que «prácticamente el 83% de los municipios gaditanos disponen de depuradoras». Para Araujo, «es prioritario prestar una atención al abastecimiento y la depuración, como apuesta por la calidad de vida y ambiental». No obstante, el crecimiento urbanístico de los últimos años y la gestión «insuficiente» que realizan algunos ayuntamientos de las infraestructuras hacen que el agua residual tenga una calidad inferior a la deseable para que se vierta a ríos o al mar. Ángel Barroso, responsable de contaminación y vertidos de Ecologistas en Acción insiste en que el problema de zonas que han crecido enormemente en los últimos años como Roche o Rota. Otro caso es el de Los Barrios, que tiene capacidad para procesar aguas negras de 12.000 habitantes o San Roque, tiene puede abastecer a 1.000 personas más de las que viven actualmente en el municipio. Conil y la de Cádiz-San Fernando tampoco admiten un aumento importante de la población, llegando a trabajar al límite de su capacidad en los meses de verano.

En total, el conservacionista contabiliza unas 16 localidades que no realizan el proceso de depuración de forma adecuada como El puerto o muestran repuntes de contaminación en determinadas circustancias, como la planta de Cádiz.

emartos@lavozdigital.es