Conferencia del sacerdote Michel Djaba, fundador de la asociación Kentaja
Un grito por los niños y jóvenes desheredados de Camerún.
Puerto realActualizado:Hoy, a las 8 de la tarde en la parroquia del Barrio Jarana de Puerto Real, dará una conferencia el sacerdote camerunés Michel Djaba, fundador de la asociación Kentaja, de Camerún, que explicará su proyecto de acogida de niños y jóvenes .
Kentaja es el resultado de un largo periplo personal iniciado por el sacerdote católico, quien en 1984, siendo todavía estudiante de teología, quedó atraído poderosamente por el número impresionante de niños abandonados en las barriadas periféricas de la ciudad de Yagoua, niños que no iban a la escuela, no tenían qué comer, estaban descuidados, abandonados, y algunos de ellos mendigaban su comida al pie de la calle.
Djaba, al informarse por las autoridades supo que algunos eran chadianos. El vecino Chad era un campo de batalla con todo lo que eso comportaba: violaciones, pillaje, liquidaciones arbitrarias, arreglos de cuentas entre etnias, el éxodo de la población huyendo de los horrores de la guerra. Las victimas más vulnerables de esta tragedia eran los niños. Un número importante crecía por aquellos barrios en busca de refugio, pan y agua. Algunos habían perdido a sus padres en el frente. El impresionante espectáculo era digno de ver, los más pequeños atravesaban el río llevados a espaldas de sus hermanos y hermanas mayores comprendidos entre siete y diez años.
En Yaundé donde Michel estudiaba, la UNICEF había censado en febrero de 1988 a 1500 niños en situación difícil y en Douala a unos 3000. Estos dos grandes centros urbanos son los más afectados por el fenómeno de los niños de la calle y de los jóvenes en situación difícil. Este fenómeno se fue expandiendo como una gangrena en casi todas las ciudades y pueblos de Camerún, doblándose el número niños y jóvenes necesitados.
Tras ser ordenado sacerdote en 1988, Michel Djaba fue enviado como misionero junto a los jóvenes en dificultades; esa cruda situación le abre de nuevo los ojos y su corazón sobre ciertas situaciones de desamparo.
En 1990 un terrible accidente de circulación se lleva a tres de sus más estrechos colaboradores. Kenfack, que conducía, el también camerunés Talom y el español Javier. 4 años más tarde la asociación tomará las iniciales de sus nombres: "Kentaja" para que su recuerdo permaneciera siempre .
Ante la importante labor social que la Asociación realizaba, el estado camerunés les concedió una casa en Nkongsamba. Las actividades de Kentaja han sobrepasado el marco estrictamente urbano y su labor se extiende actualmente por otras zonas rurales.
Durante estos años, Kentaja ha posibilitado el levantar una barrera a la ignorancia, dar al niño desamparado una vida decente, un desarrollo personal y protegerlo contra el hambre y la enfermedad. Sensibilizar a las niñas contra la maternidad precoz y ayudarles a asumir su futuro. Dar a jóvenes una educación sólida y equilibrada, combatir el analfabetismo y la ociosidad y la instrucción y el aprendizaje de un oficio, que aportarán el saber, la dirección y las capacidades de las que los jóvenes tendrán necesidad para orientar su vida.