Caballeros cadistas
Actualizado: Guardaro pensaba ir, pero fui. No quería volver a emocionarme, y volví a hacerlo. Y es que ver como al grito ¿A mí la Legión! Los caballeros cadistas aparecen todos a una, me puede, es superior a mis fuerzas. Aún sabiendo que, como aquellos caballeros legionarios, son utilizados como carne de cañón, como fuerza de choque, la Legión cadista ataca sin importarle quien sea el enemigo. Y aunque pudiera parecer un acto suicida ahora más que nunca nos damos cuenta de que la razón está de nuestra parte. Pues la Federación con la reforma que ha realizado en el punto que ha formado la discordia, nos la da. Lo que demuestra es que la única interpretación posible de ella, que el único espíritu posible de dicha ley, es la que argumenta el Cádiz. Estas son las leyes y su cumplimiento cada vez se aleja más de lo que todos creíamos de ellas. Pues nada, y a pesar del bombardeo desmoralizador que nos lanzan en forma de calendario, dando por descendido a nuestro equipo, los tercios cadistas siguen para adelante a pecho descubierto como auténticos novios de la muerte. Y que nadie crea que esto es sólo un grupo de chavales animosos. No, pues como pasa en la Legión militar en la cadista los caballeros legionarios lo son mientras vivan. Y si es fácil ver como personas mayores lucen con orgullo en su piel de chicharrón el escudo de la Legión, también lo es ver a caballeros cadistas de cierta edad luciendo camisetas descoloridas del Cádiz de todas las épocas. A nadie le importa ni tu pasado ni tu condición ni tu sexo, ponerse una camiseta amarilla te convierte en parte de esta legión, en caballero cadista. Los generales, como siempre, viendo la batalla desde la retaguardia. Los políticos como siempre, con intereses en los dos bandos. Pero eso nunca nos ha importado. Yo me siento orgulloso de todos y cada uno de los caballeros cadistas que, como otros legionarios, sólo saben vencer o morir.