Retumba el tablao
El ciclo de Flamenco en la Calle arranca y deslumbra con los bailaores Jonatan Lande y Asunción Armario en la Plaza de la Catedral
Actualizado:La Plaza de la Catedral gaditana presenció ayer la espontaneidad del arte flamenco gracias a dos artistas con mucha maestría y sinceridad. El escenario, sin techos ni paredes, situado junto al Callejón de los Piratas y La Casa del Obispo reunió a una multitud de gaditanos y visitantes que se toparon con la fuerza del cante y baile jondo gracias al inicio del programa Flamenco en las Calle, que arrancó ayer y se prolongará hasta el viernes en plazas de todo el casco histórico. Es el complemento espectacular al Curso de Verano que María José Franco dirige, por las mañanas, los mismos días, en el Centro de la Merced.
Jonatan Lande, que sustituyó a Oliva Cordero, y Asunción Armario fueron los encargados de darle vida a la plaza, acompañados del cante de Brenda García y el guitarrista Juan Manuel Mo-neo. Juntos abrieron un año más el ciclo que toma las calles y rompe todas las barreras del arte.
Esta liberación flamenca tuvo continuidad, tres horas más tarde, en la Plaza de San Francisco.
Pero ante el primer templo gaditano, Asunción Armario vestida con un corpiño rojo y falda de flores mostró todo su arte con un taconeo al ritmo de las palmas. Su particular punta y tacón fue impresionante, primero marcó los pasos de manera muy suave, para ir acelerando poco a poco junto a la guitarra. Su movimiento de brazos, dando la sensación de que tenía al mismo cielo en sus manos, dejó al público boquiabierto
Arte en las venas
El tablao retumbaba, y las miradas se clavaban en los dos bailaores. Uno agarrado al otro recorrieron el escenario taconeando y girando, cabezas y hombros, de derecha a izquierda, con toda la pasión que salía de sus entrañas.
La mano en el costao, los giros de 180 grados, los pequeños saltos y el resonar de los palillos definen el baile de Jonatan Lande. Su arte es muy singular, en unas ocasiones señalaba a sus espectadores con el dedo y en otras cerraba los puños lanzando los brazos de un lado hacia otro, levantando su chaqueta y pisando a plomo el escenario. Además, puso un toque de humor, atípico en el flamenco, pues mientras Brenda García cantaba, Jonatan contestó: «Ole tú y tu madre», y ambos compartieron una mirada de complicidad con una breve sonrisa, ante un público entregado, formado en buena parte por turistas.
El público se mostró participativo, palmeando la soleá por bulerias que bailaba El Joni y las alegrías de Asunción Armario. Al finalizar, unos turistas destacaban entre la multitud, con los brazos bien arriba y dando palmas con mucho ímpetu: «Me encanta ver el alma de España, me ha gustado el bailaor porque es muy macho pero también sensible» declaraba una inglesa entre asombrada y divertida.
Cádiz saca a pasear otra vez el poderío del flamenco que recorrerá sus calles este verano.