Navantia celebra la flotadura del 'Cantabria' con el bautizo del buque

Cantabria ya flota. Y no es que la tierra se haya desprendido del resto de la península como en la novela de Saramago y derrote a la deriva en las aguas del mar al que da nombre. El buque de aprovisionamiento de combate (BAC) para la Armada fue bautizado formalmente como Cantabria en el astillero de Navantia en Puerto Real en la jornada de ayer, aunque pasó del dique seco al agua durante la madrugada del sábado. Dos años después de que comenzaran las obras de construcción de esta embarcación con el corte de chapa, el barco ya es una realidad palpable en las instalaciones de la constructora naval en Puerto Real.

Aurora Díaz, esposa del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ejerció de madrina en el acto que dio nombre al buque. Tras la bendición de la nueva construcción con el hisopo por parte de un sacerdote castrense, ella fue la encargada de cortar la cinta que lanzó la tradicional botella de Sangre y Trabajadero contra el casco del barco. El vidrio se estrelló contra la pared de acero y derramó el contenido del oloroso de la bodega portuense Gutiérrez Colosía, el fantasma supersticioso de la mala suerte queda alejado.

Queda aún mucho trabajo pendiente, más de un año antes de que se produzca la entrega definitiva a la Armada. El presidente cántabro anunció que su Gobierno ya está pensando en organizar fastos cuando el buque atraque por primera vez en el muelle santanderino. Revilla aseguró que se sentía «emocionado» tras la ceremonia e hizo patente su satisfacción con un «ya era hora de que un buque de la Armada llevara el nombre de la comunidad autónoma cántabra».

Tras la entrega de la última de las doce lanchas de desembarco que se construyeron en la Bahía gaditana, el BAC se perfila como la próxima entrega militar a las Fuerzas Armadas españolas. Antes, previsiblemente a fin de septiembre o en octubre, la armada venezolana recibirá la primera de las ocho patrulleras que construye la empresa naval en Cádiz. Se está intentando que el presidente del país suramericano, Hugo Chávez, acuda a este acto, que se quiere celebrar por todo lo alto, aunque aún no está confirmada su presencia.

Fuentes de Navantia informaron de que, a pesar de que estos contratos no suelen llamar la atención del público, el astillero de reparaciones y mantenimiento de Cádiz está recibiendo una buena carga de trabajo. El pasado jueves, entró en sus instalaciones el Kugira, el mayor dique flotante de Europa para la construcción de cajones de cemento para grandes infraestructuras.

El acto de ayer contó con la presencia de autoridades civiles y militares, el presidente cántabro y su esposa -que ejerció de madrina- no estuvieron solos. Les acompañó el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enrique Martínez, que es el organismo público al que pertenece Navantia. También acudieron el presidente de la constructora naval y el director del astillero puertorrealeño, Juan Pedro Gómez y Fernando Miguélez, respectivamente. La Armada estuvo representada por el que hasta ayer era el jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante Sebastián Zaragoza. La Junta de Andalucía contó con la presencia del consejero de Empleo, Antonio Fernández.

La ceremonia concluyó con la firma de la madrina en el Libro de Oro del astillero, en el que escribió: «Que el glorioso nombre de Cantabria sirva de acicate para que este barco tenga una larga y exitosa singladura». Un grupo de trabajadores de los tres centros de producción de Navantia en la Bahía desplegaron una pancarta en la que exigían un nuevo plan industrial y la incorporación de jóvenes a la plantilla.

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