MOVIMIENTO. Los niños no paran de tener actividades durante todo el día. / NURIA REINA
CÁDIZ

El colegio que les gustaría todo el año

Los campamentos urbanos son la opción perfecta para que los padres puedan conciliar la vida familiar y laboral en verano y para que los niños se diviertan aprendiendo

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Este verano los campamentos urbanos se han vuelto a convertir en la solución perfecta para las familias gaditanas, aunque son muchas las que se han quedado sin plazas.

El Área de Familia del Ayuntamiento de Cádiz colabora con la asociación Majuelo en la organización de la quinta edición de esta iniciativa. El objetivo es ofrecer un servicio de apoyo para la conciliación de la vida laboral y familiar de los gaditanos. Se desarrollarán durante el mes de julio en el Centro de Educación Infantil y Primaria Carola Ribed, donde hay un total de 110 plazas, y el Centro de Educación Infantil y Primaria Santa Teresa, con 60 plazas.

El propósito del proyecto es el de ofrecer un completo programa de actividades relacionadas con la cultura, el deporte, la animación sociocultural y el medioambiente para menores de edades comprendidas de 3 a 14 años.

Se han facilitado dos turnos. El reducido, de 9.30 a 13.30 horas, y el completo, de 7.30 a 15.30 horas. Como comenta Carmen Benedicto, coordinadora del centro Carola Ribed, «la mayoría de los niños se quedan en el turno completo y llegan tan agotados a casa que le facilitamos la siesta a los padres».

Todos los monitores del centro son licenciados y pertenecen a la empresa Baladre. El resto del año trabajan en comedores de colegios. Maica Romero es una de los monitoras del centro y esta iniciativa le parece perfecta porque «facilita una mayor integración de los niños y que se relacionen con menores de otras zonas y colegios»

Para los padres es innegable la conveniencia de la iniciativa, como le ocurre a Emilia Ramírez, madre de uno de los alumnos. En su casa trabajan los dos y el campamento le facilita mucho las cosas durante las vacaciones.

Los niños también están encantados. «Se levanta todos los días preguntando qué es lo que va hacer en el campamento» añade MªJosé Marín, una de las madres.

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