ESPAÑA

El PSC descarta tener grupo propio en el Congreso

Montilla frena las enmiendas rupturistas y sitúa como nuevo presidente a Isidre Molas

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No habrá grupo propio del PSC en las Cortes. Al menos, de momento. La dirección de los socialistas catalanes logró desactivar el debate reabierto por varias agrupaciones en su XXI congreso con un acuerdo similar al alcanzado en 2004: no se cierra la puerta a nada, pero será la ejecutiva la que decida, en su caso, cuál es la articulación parlamentaria más «eficaz».

Con este pacto, sellado entre el coordinador de la ponencia congresual, Frances Vallès, partidarios y detractores del desgajamiento, la cúpula del partido se quita de en medio una de las pocas aristas con las que podía toparse en el cónclave.

En el PSC no se discuten los liderazgos y tampoco la línea ideológica. Frente al giro a la izquierda escenificado en el 37 Congreso socialista, José Montilla defiende la centralidad. Y para conquistarla pretende seguir contando con sus dos principales colaboradores, el viceprimer secretario, Miquel Iceta, y el secretario de Organización, José Zaragoza. Para ello, nombró como presidente al histórico Isidre Molas, que ocupará la vacante que dejó Pasqual Maragall al dejar el partido, y Manuela de Madre seguirá siendo vicepresidenta.

La recuperación del grupo propio que, hasta 1982, el PSC tuvo en el Congreso de los Diputados es siempre una cuestión recurrente. En esta ocasión, venía impulsada no sólo por militantes de a pie, sino por dirigentes de peso como el consejero de Economía, Antoni Castells, y el de Educación, Ernest Maragall. Y por primera vez en la historia del partido también se habían presentado enmiendas contrarias a la iniciativa.

La solución alcanzada evidencia el fuerte control que ejerce el aparato sobre el partido. Montilla siempre ha defendido que el grupo propio puede ser un instrumento, pero no un objetivo en sí mismo. Considera que los socialistas catalanes ya tienen ahora voz propia en la cámara baja y que la escisión sólo serviría para poner en un aprieto innecesario al PSOE. Esa es la tesis que defendió en la comisión en la que se discutió este asunto la vicepresidenta del Congreso, Teresa Cunillera, frente a la insistencia de Castells y Maragall en la necesidad de un desmarque.

Negociar con el Gobierno

Mantener abierta la posibilidad de reclamar su espacio permite al secretario general de los socialistas catalanes, en todo caso, negociar con el Gobierno desde una posición más cómoda. Sobre todo, ahora que están pendientes la financiación autonómica y el desarrollo del Estatuto. Como muestra de que no hay complacencia alguna, se retiró además del texto original de la ponencia las referencias a un apoyo explícito a José Luis Rodríguez Zapatero, que hoy interviene en el acto de clausura del encuentro, en el Palau de Congresos de Barcelona.

El del PC no fue el único conclave que celebraron este fin de semana los socialistas. El vicesecretario general, José Blanco, la secretaria de Organización, Leire Pajín, y el presidente del PSOE, Manuel Chaves, se repartieron el trabajo para estar presentes en Extremadura, Murcia, Aragón y Baleares.