Colombia desautoriza el intento de Daniel Ortega de mediar ante las FARC
Minutos después de asumir el cargo, el nuevo canciller colombiano, Jaime Bermúdez, se estrenaba enviando una nota de protesta al Gobierno de Nicaragua desautorizando el diálogo directo con las FARC que anunció el presidente Daniel Ortega. En el texto, Bogotá expresaba su «enérgica protesta» por la intromisión del mandatario centroamericano y adelantó que llevará el caso ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Al Gobierno de Álvaro Uribe -que todavía intenta restablecer lazos con Venezuela y Ecuador tras la crisis por la guerrilla- le molestaron las declaraciones de Ortega.
Actualizado:En un mensaje fechado el 26 de junio, las FARC habían pedido a Ortega que les sirviera de interlocutor en gestiones de búsqueda de la paz. La noche del miércoles el mandatario sandinista aceptó «contribuir en este proceso y le respondemos a los hermanos de las FARC que sí, que estamos dispuestos a conversar y a dialogar para aportar la paz en Colombia». Defendió a la guerrilla, afirmando que los militares colombianos «están equivocados» si piensan que está cerca una victoria militar definitiva . «No será por esa vía el fin de las FARC». El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSNL) aclaró que la petición de la guerrilla al presidente nicaragüense era para «hablar, y no mediar» en el conflicto. La respuesta de Uribe fue contundente y rápida: «El Gobierno colombiano no autoriza ni avala gestión alguna que pretenda adelantar el señor Ortega en relación con una organización terrorista, en este caso las FARC, toda vez que constituiría una violación al principio de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados», aseguró.
La carta oficial a la cancillería nicaragüense advertía de que cualquier acercamiento a los rebeledes «tiene que contar con la aprobación del Gobierno de Colombia». Además, agregó que «era ofensivo» tratar de «hermanos» a los miembros de «un grupo que comete crímenes de lesa humanidad, incluyendo el secuestro, el reclutamiento de menores y la utilización de minas antipersona y el armamento no convencional de manera indiscriminada».