SIN CONDICIONES. Fernández de la Vega, tras la reunión del Consejo de Ministros. / EFE
ESPAÑA

El Gobierno insta a Rajoy a que pruebe con hechos su voluntad de llegar a pactos

El líder del PP quiere demostrar en la reunión en La Moncloa que su giro centrista es real

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El Gobierno instó a Mariano Rajoy a que en la reunión que mantendrá con José Luis Rodríguez Zapatero el próximo miércoles pase «de las palabras a los hechos» en el terreno de los pactos de Estado. La cita será con agenda abierta, pero el Ejecutivo tiene cinco prioridades para llegar a acuerdos: medidas ante la crisis económica, reforma de la justicia, renovación de órganos constitucionales, política antiterrorista y financiación autonómica. El líder opositor, sostienen en el PP, irá a la entrevista con un espíritu abierto para demostrar que el giro centrista de su partido no es una figura retórica sino una realidad.

El noveno encuentro entre el jefe del Ejecutivo y el presidente del PP en cuatro años puede ser el primero que arroje frutos. El Gobierno dice estar dispuesto a sellar compromisos y el partido opositor, también. Con este clima, y dado lo avanzadas que están algunas negociaciones, Rodríguez Zapatero y Rajoy pueden cerrar los primeros acuerdos de Estado desde 2004. Para allanar el camino, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega animó al líder opositor a plasmar «en hechos» esa «voluntad de acuerdo de la que habla».

El jefe del Ejecutivo no quiere que Rajoy se refugie en que el temario de la reunión no es de su agrado para justificar eventuales desacuerdos, como ha ocurrido en otras ocasiones, y ha aceptado que no haya «un orden del día preestablecido». Tampoco habrá «condiciones previas», según explicó la portavoz gubernamental tras la reunión del Consejo de Ministros. El PP había criticado que Rodríguez Zapatero pretendiera circunscribir la cita a la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, cuando lo acuciante, en su opinión, es la crisis económica.

Fernández de la Vega señaló que si bien no habrá agenda cerrada, hay asuntos «prioritarios», como la situación económica, la reforma del sistema judicial, la renovación del Consejo y el Constitucional, la estrategia contra ETA y la financiación autonómica. Confió en que el nuevo clima de este arranque de legislatura contribuya a que «salgan acuerdos» que permitan al Gobierno y la oposición «recorren un camino común». Por parte del Gobierno, aseguró, habrá «la mejor voluntad» y el «mejor talante» para alcanzar pactos para responder a «los retos» que tiene España por delante.

Diálogo

Rajoy, por su parte, acudirá a La Moncloa con la intención de exhibir el giro centrista que imprimió al PP en el congreso de Valencia y con un nuevo talante inspirado en el diálogo y la oferta de pactos al presidente del Gobierno. En cuanto se conoció la fecha de la cita, el líder de la oposición se apresuró a tender la mano a Rodríguez Zapatero para afrontar juntos la crisis porque el partido opositor tiene claro que no hay nada que preocupe más a los ciudadanos que los problemas económicos.

Aunque ya se declaró dispuesto a hablar también de la modernización de la Justicia, los órganos constitucionales, la inmigración y el terrorismo, el líder popular hará a su interlocutor una apelación urgente para que tome medidas de calado que palien la pérdida de empleos, el encarecimiento de los precios, las quiebras empresariales, el desplome del sector inmobiliario o la subida de las hipotecas. Defenderá las recetas aportadas por su grupo parlamentario: austeridad y control del gasto público, aumento de la desgravación por vivienda en el IRPF, reducción del impuesto de Sociedades para las pequeñas y medianas empresas, así como reformas estructurales para flexibilizar el mercado laboral.

El líder de la oposición tampoco tendrá críticas para el Gobierno por la lucha antiterrorista. Rajoy ha convencido a su partido de que el PSOE ha abandonado el diálogo con ETA para volver a los planteamientos del pacto antiterrorista y, por lo tanto, el PP debe abandonar el discurso de dureza de la pasada legislatura.

Pero el consenso que se ha instalado en este terreno no impide que el partido opositor se mantenga firme en sus planteamientos y reivindicativo en la exigencia de medidas a favor de las víctimas, como hizo la secretaria general, Dolores Cospedal este viernes, al no compartir la opinión del ministro del Interior sobre la dificultad legal que entraña impedir al etarra Iñaki de Juana vivir en su casa. «Algo se va a poder hacer», afirmó.

La vicepresidenta, en una nueva demostración del clima reinante, aceptó que el asunto de la vivienda en San Sebastián del miembro de ETA podrá abordarse en la cita del miércoles.