DOLOR. Familiares de Andrés Lucio en el entierro de éste marinero ahogado. / ROMÁN RÍOS
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«El barco era como una bañera»

Las familias de los marineros extienden las responsabilidades del naufragio «a Salvamento Marítimo y a los capitanes que intervinieron»

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Más de diez meses después de aquel fatídico 5 de septiembre, Barbate no ha podido olvidar aún la tragedia vivida por los 16 tripulantes del Nuevo Pepita Aurora, la embarcación que naufragó a 14 millas al sureste de Cádiz cuando volvía de faenar en Marruecos.

«El barco se convirtió en una bañera y ya no pudo hacerse nada por nuestros marineros». Son palabras de Sergio Lebrón, uno de los portavoces de las familias de los pescadores fallecidos y desaparecidos en el naufragio, que daba a LA VOZ su parecer sobre las conclusiones del informe técnico de la Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos dependiente del Ministerio de Fomento, que se conoció ayer.

«Aquí todo el mundo sabíamos desde un principio que hubo negligencia por varias partes. La primera por el armador del barco. El Nuevo Pepita Aurora tenía poco calado para atravesar el Estrecho en las condiciones de fuerte levante que había aquel día. No tenía firmeza suficiente para ello», asegura.

Algo similar opinan muchos de los marineros del pueblo, expertos hombres de mar, que durante las últimas semanas han estado esperando los resultados del peritaje y la simulación del naufragio que han realizado los técnicos sobre una réplica de la embarcación para conocer con exactitud la causa del naufragio.

Entre las objeciones que muchos lugareños y miembros de la Cofradía de Barbate ponen a este caso están también los «errores y negligencias que se cometieron» tras conocerse que el barco había naufragado y a lo largo de las sucesivas operaciones de rescate del mismo. «Esperamos que se depuren todas las responsabilidades, y no sólo la que pueda tener el patrón y el armador del barco, sino también la de Salvamento Marítimo, el Ministerio y los capitanes marítimos que intervinieron, que no hicieron caso a marineros con experiencia y que actuaron con prepotencia», asegura Lebrón.

No se pronuncia

Entre las quejas más repetidas por las familias de los marineros fallecidos o desaparecidos del Nuevo Pepita Aurora, 8 de los 16 tripulantes en total, están «el lugar lleno de rocas donde arrastraron el barco, que era el peor de toda la Bahía», sostienen.

A estas voces críticas con la forma de actuar en el rescate del barco y en la búsqueda de supervivientes hay que sumar también la versión de la otra parte directamente implicada en la trágica historia del Nueva Pepita Aurora, su patrón, José Vega.

Éste, también armador de la embarcación pesquera, no quiso realizar ayer sin embargo valoración alguna a este medio sobre la imputación que la Fiscalía anuncia contra él por la muerte de ocho marineros por un exceso de peso y carga en el barco, que según el informe técnico fue lo que propició el naufragio.

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