La Fiscalía de Salamanca envía a Topas la petición de excarcelación de Ricardi

La cuenta atrás para la puesta en libertad de Rafael Ricardi está consumiendo sus últimos instantes, salvo contratiempo «imprevisible», la Dirección General de Instituciones Penitenciarias deberá confirmar en un breve plazo la solicitud impulsada por la Fiscalía.

Según confirmaron ayer desde el Ministerio Público de Cádiz, cuando la Fiscalía General del Estado tramitó la revisión de la condena del portuense y la concesión eventual del tercer grado hasta que se confirme la anulación del fallo judicial, el departamento que encabeza Cándido Conde-Pumpido remitió al responsable territorial del Ministerio Público en Salamanca, José Luis Sánchez García, el expediente para que desde allí se agilizara la puesta en libertad del portuense. El fiscal jefe salmantino solicitó a su homóloga en Cádiz información adicional del caso el pasado miércoles para completar una petición que ya ha sido enviada directamente a la prisión de Topas, sin necesidad de que pase por el juzgado de Vigilancia Penitenciaria.

El siguiente paso lo debe dar la junta de tratamiento del centro penitenciario que evaluará la solicitud tramitada por el Ministerio Público. Sus conclusiones, que deben ser favorables a la excarcelación dado que es la propia Fiscalía la solicitante, son elevadas a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que es el órgano último que debe dar el visto bueno. La situación actual de Ricardi, sobre el que pesa aún una condena por violación pese a que se ha demostrado su inocencia, no posibilita que salga en libertad de la noche a la mañana.

Módulo de deportistas

Este periódico se puso en contacto ayer con fuentes del centro penitenciario de Topas que confirmaron que Ricardi ya ha mantenido una reunión con el nuevo director de la prisión, quien le comunicó los últimos avances en su caso que han permitido descargarlo de cualquier culpa.

Ricardi está ingresado en estos momentos en el módulo de deportistas. Es el peculiar nombre que le han dado los funcionarios a este conjunto de celdas donde se encuentran recluidos presos nada conflictivos y con buen comportamiento. Según explicaron las mismas fuentes consultadas, se le bautizó de esta manera porque cuando fue construido los primeros internos que estuvieron en él «hacían mucho deporte».

Su comportamiento sigue siendo muy correcto como el que viene demostrando en los últimos años, lo que le ha valido la aplicación de beneficios penitenciarios.

stubio@lavozdigital.es