La Reina del Carmelo se paseó por Jerez
Actualizado: GuardarLarece mentira que las cofradías vayan avanzando, fijándose siempre en modelos perdidos y estereotipos pasajeros, sin darse cuenta que en la pureza de las cosas es donde está el gran secreto del éxito. Parece mentira que mucha gente no se dé cuenta de que en lo principal, en la imagen titular que sacamos a la calle, está el único camino para que los cofrades tengamos protagonismo puro en una religión que cae con peligro, probablemente víctima de sus propios excesos y de la sociedad descreída actual.
Pero claro, sí a lo más importante, lo rodeas de lo mejor, siempre saldrá mejor. La estética de los sentidos, que en tantas y tantas procesiones parece perdida. Lo tienen claro por la Basílica del Carmen. En realidad, lo han tenido siempre claro. En el centro de todo, Ella, la Reina del Carmelo. La devoción innegable que Jerez le tiene a la Señora. El resto, sí, todo muy coqueto y bien trenzado, pero sin restar protagonismo a la que es sin duda una de las devociones más importantes de la ciudad.
Y quitar protagonismo no significa que fuera mediocre lo que rodeaba el Carmen, ni mucho menos. Más bien, todo lo contrario. Lo que ocurre es que todo lo que rodea a la Virgen del Carmen se ha hecho pensando en la imagen coronada, y claro, así las cosas parecen mucho más fáciles. Para empezar, su corona, prueba palpable del amor de Jerez por la patrona de los marineros. Una pieza única, que quizá no sepamos valorar en su justa medida, y que bien podría clasificarse como una de las más espectaculares de cuantas existen.
Podríamos hablar también del recorrido, que seguiríamos hablando de tradición. Son ya muchos los años que los carmelitas eligieron un recorrido que les acerca al centro de la ciudad, saliendo por la calle Tornería y pasando por los monumentos más importantes de la ciudad, como el Ayuntamiento o la calle Larga. La novedad que se ha introducido este año no ha sido precisamente por gusto de los organizadores, sino por los toldos que se han colocado a la altura del Gallo Azul, y que motivaron un pequeño desvío de la procesión por la plaza Esteve. Si hablamos de música, pues el Carmen presenta una de los acompañamientos musicales más seguros y fiables de cuantos se pueden contratar. La banda del Maestro Tejera demostró de nuevo profesionalidad y buen hacer, rayando a la altura que esta formación tiene acostumbrados a los cofrades, y demostrando que cuando las cosas funcionan, no hay por qué modificarlas.
También podríamos hablar de los costaleros, siempre con la intención de que la Señora luciera radiante durante el recorrido, o del tradicional exhorno floral que de gladiolos y claveles blancos enriquecen el bello paso de la Reina del Carmen, o de las mujeres engalanadas para acompañar a la Señora por las calles de Jerez con sus mejores joyas y sus marrones escapularios.
Podríamos hablar de mil cosas de la procesión de ayer, que siempre al final nos quedaría en la boca el regusto de haber asistido a una procesión de las de siempre, hecha con sentido y con mimo. Nos quedaría en la retina la mirada dulce y condescendiente de la Virgen del Carmen, esa que cada 16 de julio demuestra al resto del mundo como se saben hacer las cosas en honor de la Madre de Dios.