Figuras reflexivas
La escultora y ceramista Lola Jiménez expone todos los días sus originales obras en su puesto del Rastro de Artesanía
Actualizado:Las pequeñas esculturas de Lola Jiménez están pensativas. Absortas en su mundo. Son recreaciones literarias en su gran mayoría. «Me inspiro mucho en personajes literarios, no sé tampoco cuál es la razón, pero por ejemplo uno de mis personajes más famosos son las de El Principito», comenta Lola, que está haciendo un vaciado a una de ellas. Algunas parecen sacadas de un cuadro de El Greco, esas figuras estilizadas y alargadas del pintor cretense.
Lola Jiménez está trabajando en su taller del Rastro de Artesanía. «Casi todo sale de aquí, aunque trabajo con barro refractario, es decir, de alta temperatura. Y digo que lo hago casi todo porque todavía me falta instalar un horno especial para este tipo de barro que debe de llegar a los 1300 grados. Estamos a la espera de que busquen una ubicación adecuada», explica.
Comenzó hace veinte años y se considera una autodidacta. «De la mano de mi hermana Mercedes comencé a hacer mis primeras cositas. Después, he ido perfeccionándome sola, la técnica se aprende trabajando mucho», afirma.
Sísifo
También vemos una figura que parece un Quijote, y más allá un Sísifo que no cesa de empujar una piedra cuesta arriba. «Me siento muy identificada con este personaje mitológico», comenta Lola Jiménez.
En su puesto del rastro también se pueden apreciar obras recreadas en materiales reciclados. «Es otra de mis manías, me encanta reciclar cualquier cosa inservible», sostiene. Podemos observar el bombo de una lavadora que ha sido reutilizado como una especie de lámpara que no ha quedado nada mal.
Lola Jiménez con sus trabajos de escultura y cerámica. Un mundo recreado por esta artista jerezana. Buen lugar para encontrar un regalo original. «Por un precioso Principito, que es mi recreación más conocida, además de tener una cajita para guardar cualquier objeto deseado, el cliente se lleva una pieza inédita porque no hay dos iguales. Eso es muy importante. Y todo por el módico precio de cuarenta y cinco euro», comenta. No está nada mal. Sin duda alguna, merece mucho la pena.