REGRESO. Rafael Alberti, a su regreso España, tras su largo exilio por sus convicciones republicanas. / L. V
Cultura

Historia del desarraigo

Los Cursos de Verano de la UCA acogen un seminario que analizará el fenómeno del exilio como una constante cultural en la España del XIX y el XX

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Mis ventanas ya no dan/ a los álamos y a los ríos de España». Los poemas del exilio de Alberti resumen las constantes emocionales del desarraigo. La misma añoranza, el mismo dolor, la misma quemante sensación de abandono y desamparo padecieron Francisco Giner de los Ríos, Rosa Chacel, Juan Larrea, Guillén, Cernuda o Salinas. Y, antes que ellos, los perdedores de otras guerras: los liberales que sufrieron la restauración de Fernando VII, los afines a Riego, los derrotados en cada viraje de la coyuntura política. Desde 1492, el exilio español ha supuesto una sangría sostendida de espíritus y cerebros, con su propia Geografía y su Historia particular.

Por lo general, el estudio de estas asignaturas privativas, ceñidas al ámbito de la diáspora de intelectuales, pensadores y políticos, se ha circunscrito al perfil biográfico o a la distinción generacional, pero escasean los intentos formales de buscar continuidades, interrelaciones, entre todas las oleadas de expatriados que han sacudido el país.

El Grupo de Estudios del Siglo XVIII ha impulsado, en el marco de los Cursos de Verano de la UCA, un seminario que pretende analizar el fenómeno del exilio como una constante en la España del XIX y el primer tercio del XX, sobre todo a raíz de los cambios políticos del 1814, 1823 y 1939. Los ponentes rastrearán las relaciones culturales entre los grandes nombres de esa «diáspora interminable», y prestarán una especial atención a profundizar en la lectura que, desde el exilio republicano tras la Guerra Civil, se realizó de los precedentes de principios del XIX.

Alberto Ramos, coordinador de Diálogos entre exilios, explica que la iniciativa surgió a raíz de la conmemoración del centenario de la muerte de Vicente Llorens: «El intelectual republicano, exiliado en México, dedicó su vida a estudiar los otros exilios, muy especialmente los liberales». Responde al prototipo de exiliado que «pretende recuperar la memoria de otros exiliados, con los que no puede evitar una cierta identificación».

Otra memoria histórica

De esa idea inicial, se pasó a un objetivo más ambicioso: «Hablar de memoria histórica, pero de una que nos queda un poco más lejos; coger el testigo de Llorens y acercarnos, de una manera modesta, a sus mismas motivaciones; continuar su trabajo». De la misma manera que Llorens «vuelve la mirada» a los expulsados del XIX, «Alberti o José Luis Cano también fijaron su atención en ese mismo fenómeno histórico».

Salvador García Castañeda, catedrático de Literatura de Ohio State, será el responsable de abrir hoy mismo el ciclo con una conferencia en la que versa sobre La imagen de la España fernandina desde el exilio. Germán Ramírez Aledón, de la Universidad de Valencia, continuará el programa con su estudio de los Ecos del exilio liberal en el exilio republicano. El viernes, Manuel Aznar, catedrático de Literatura de la Autónoma de Barcelona, diseccionará la figura de Llorens y Alberto Romero, director del grupo de la UCA, presentará su análisis de la dramatización del exilio y de la guerra en Rivas, Cherif, Alberti y Buero Vallejo.

Los protagonistas directos del seminario serán, no obstante, aquellos que, según escribió Marc Ripol, «se vieron obligados a renacer, a reinventarse, a superar el dolor del recuerdo por todas las personas que han dejado atrás: el hijo, el cónyuge, el amigo, el hermano...»

dperez@lavozdigital.es