La Bolsa cae ante el temor a un 'ladrillazo' generalizado
La Bolsa española vivió ayer una jornada de infarto al propagarse en el mercado el miedo a un ladrillazo generalizado. El pánico se apoderó de los inversores, después de que la víspera la inmobiliaria Martinsa-Fadesa se declarara insolvente. Las constructoras y los bancos fueron los principales damnificados de una sesión en la que el Ibex 35 llegó a perder un 4%, y en la que el selectivo cerró con una caída del 2,55% en los 11.151 puntos.
Actualizado: GuardarLos promotores y las inmobiliarias pidieron ayuda al Gobierno y a las entidades financieras, a las que recordaron lo mucho que han contribuido a la economía nacional en los últimos años. En el resto de Europa, el temor a nuevas quiebras entre las sociedades estadounidenses especializadas en hipotecas hizo temblar los parqués, que terminaron teñidos de rojo. El euro llegó a cotizar en los 1,6 dólares, lo que hizo que mucho dinero buscara refugio en las materias primas con el consiguiente repunte del precio del petróleo.
Con la suspensión de pagos de Martinsa-Fadesa aún en la cabeza de los inversores, la Bolsa española comenzó el día con una imparable caída en barrena. Las pérdidas inundaban las pantallas y nadie se salvaba. En un extraño efecto contagio, la sombra de la inmobiliaria de Fernando Martín atrapó a todo aquello que tuviera la más mínima relación con el ladrillo. Hay mucho dinero prestado recientemente en operaciones corporativas y el temor a los impagos va in crescendo. Los grandes perjudicados, las constructoras, las inmobiliarias y los bancos. La tónica del día fue de derrumbe total y, sólo a última hora cuando al otro lado del Atlántico el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, mejoró sus previsiones para la economía norteamericana, las cosas mejoraron algo.