VUELTA DE HOJA

Ensayo general

La función está preparada y los actores a punto, pero los directores de escena aún no han comunicado la fecha del estreno. Irán está jugando a la guerra con Israel y ensaya los nuevos misiles, unos ingeniosísimos artilugios para matar a más distancia.

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Asegura que tiene capacidad para movilizar un millón de hombres para morir por su patria, mientras hacen todo lo posible porque un número equivalente mueran por la suya. Teherán es una potencia, pero Israel no se arredra. Mientras más igualadas están las fuerzas en el Golfo Pérsico, la previsible contienda será más feroz y habrá más plazas de corresponsales de guerra.

Como siempre sucede en vísperas de las grandes conflagraciones, nos preguntamos si los conflictos son inevitables o pueden aplazarse. La humanidad es cobarde y egoísta y hasta ahora no ha tenido mejor modo de demostrar esas cualidades que apuntándose desinteresada y valerosamente a la guerra.

En el siglo pasado, más de 70 millones de seres humanos murieron luchando por sus respectivas patrias mientras otros pronunciaban discursos. Guerrear es el oficio más antiguo, anterior incluso a la prostitución, que era desde Cromagnon el descanso del guerrero.

¿Cómo sería este planeta si los billones de dólares que se gastan en armamento se emplearan en jardines, escuelas y hospitales?

Es ingenuo preguntárselo: sería otro planeta habitado por diferentes seres, aunque también se llamarían humanos. El petróleo huele a pólvora y el reparto de fuerzas en el Golfo Pérsico no nos va a traer nada bueno, sino que va a llevarse el tiempo de bonanza que estuvimos disfrutando con notable y agradable inconsciencia. La felicidad casi siempre es retrospectiva. Al ensayo general de guerra sólo le faltan los muertos, esos actores secundarios.