Los rayos láser de un festival dejan casi ciegos a más de treinta jóvenes en Rusia

La utilización indebida de varios 'cañones' de rayos láser durante un concierto de música 'tecno' a un centenar de kilómetros de Moscú ha causado serias lesiones oculares a una treintena de jóvenes, algunos de los cuales no recuperarán jamás su visión normal. Los organizadores de la gala desaparecieron mientras las autoridades locales aseguraron no haber sido informadas de la celebración del espectáculo.

Pero lo cierto es que, según Elena Gríshina, directora del Hospital Oftalmológico de Moscú, en el centro hay ingresadas doce personas que estuvieron en el fatídico concierto. La agencia 'Interfax' citaba las palabras de uno de los afectados, quien afirmó haber llegado «cegado» a casa después de que sus ojos recibieran varias veces el haz de luz láser. Al día siguiente, notó que la visión no se recuperaba. Gríshina hablaba de «hemorragias en el fondo del ojo y la retina». Sin embargo, fuentes médicas consultadas por el diario 'Kommersant' ponen las cosas mucho más dramáticas. Hay otros 17 perjudicados y «todos tienen la retina quemada». «Algunos han perdido hasta el 80% de la visión de forma irreversible», señala uno de los oftalmólogos que les atienden.

La fiesta 'tecno' 'Aquamarina' tuvo lugar cerca de la localidad de Kirzhach, situada a casi noventa kilómetros al noreste de la capital rusa, en la noche del 5 al 6 de julio. Participaron más de mil personas. Al parecer, los aparatos láser deberían haber apuntado hacia el cielo, pero empezó a llover y la pista de baile fue cubierta con una lona. Los animadores decidieron entonces dirigir los láser directamente contra la multitud, que danzaba a pocos metros de distancia. La longitud de onda del emisor de rayos no fue modificada y nadie se protegió los ojos por que no se sospechaba que fuera tan peligroso.

Denuncias

Los familiares piensan denunciar los hechos, pero se desconoce, por el momento, el paradero de los organizadores del concierto. Los promotores de la velada, según el jefe adjunto de la administración del distrito de Kirzhach, Evgueni Bobrovski, «no pidieron el permiso que se exige para ese tipo de eventos».

La Policía también mantiene que nadie les puso al corriente del acontecimiento. No obstante, resulta difícil creer que un concierto que reunió a centenares de personas y duró hasta la madrugada pueda pasar desapercibido en un país en donde las fuerzas del orden actúan cada vez que se reúnen más de cinco opositores juntos.