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LÍDER. El presidente de la entidad, Fernando Martín Álvarez. / EFE
Economia

Martín Fadesa se declara insolvente y pide concurso de acreedores

Martinsa-Fadesa es insolvente. No puede pagar sus deudas. El consejo de administración de la inmobiliaria acordó ayer, tras más de seis tensas horas de reunión, instar un concurso voluntario de acreedores ante la imposibilidad de atender sus deudas. La compañía justificó el paso en su intención de «garantizar la continuidad» de su proyecto empresarial. La firma, controlada por Fernando Martín, consciente del impacto que su apuesta creará en el sector y en la economía, pidió apoyo a las Administraciones y las entidades financieras, a las que debe 5.100 millones de euros, y comprensión a sus pequeños accionistas.

JULIO DÍAZ DE ALDA
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La inmobiliaria explicó que la decisión fue adoptada «ante la constatación de las graves dificultades de tesorería» que sufre la imposibilidad de contar con liquidez. A través de un comunicado, la compañía afirmó que su decisión ha sido tan rápida como le ha sido posible, y siempre en un intento de evitar cualquier perjuicio futuro para sus acreedores y proveedores.

Tanto Fernando Martín como el resto del equipo directivo, apuntó la firma, seguirán desempeñando sus funciones. Esa es la principal diferencia entre un concurso voluntario y uno necesario, en el que es un equipo de administradores judiciales el que toma el mando. Martinsa-Fadesa aspira a «solucionar el problema de liquidez y a cumplir con los compromisos en el menor plazo de tiempo posible». Para ello, añadió la inmobiliaria, se centrará (bajo la supervisión del juez) en «generar ingresos y vender activos».

La compañía fue suspendida de cotización a primera hora de ayer cuando sus títulos caían cerca de un 25%. Desplome que se suma al sufrido el pasado viernes, que se saldó con un retroceso del 33%. En dos jornadas bursátiles, Martinsa-Fadesa ha cedido la mitad de su valor.

Una pésima noticia para Fernando Martín, que controla el 60% de la firma, y el resto de accionistas relevantes entre los que se encuentran Bancaja (5,9%), la familia Salazar (grupo SOS) con algo más del 2% y Ahorro Corporación Financiera, con un 4,9%. Martinsa-Fadesa firmó el pasado 7 de mayo una refinanciación (un crédito para respaldar otro anterior) de 4.000 millones. De ese montante, 2.579 millones correspondían a la deuda derivada de la adquisición de Fadesa. Otros 1.422 millones servirían para pagar compromisos a corto plazo. El resto hasta 5.100 millones, es a lo que asciende la deuda total de la compañía, son débitos vinculados al propio negocio inmobiliario. Fernando Martín llegó a presumir del logro que supuso esa refinanciación. Pero el problema de los créditos es que hay que pagarlos y cumplir con sus condiciones. Los 45 bancos que suscribieron ese crédito impusieron a la firma la condición de que lograra 150 millones antes del 7 de julio para financiar proyectos en el extranjero. El objetivo era que la empresa no se parara.

Así, el contrato de refinanciación está desde el pasado día 7 en disposición de ser ejecutado. Martinsa-Fadesa solicitó a sus acreedores un aplazamiento de un mes para reunir ese dinero. Pero no ha habido respuesta. La pregunta es ahora ¿quién será el siguiente? Y es que hay muchas inmobiliarias españolas como Colonial, Reayl-Urbis, Metrovacesa, etc. Que acumulan mucho dinero a crédito. Cae el primero de entre los líderes -tercera inmobiliaria cotizada por capitalización bursátil-, y en este negocio el contagio se extienden como una mancha de aceite.

Martinsa-Fadesa tiene abierto otro frente, el del empleo. La firma pretendía realizar un ERE que podría afectar a 300 trabajadores.