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Los ambulatorios de la costa retrasan diez días la cita previa en vacaciones
Los distritos más saturados son el de la Costa Noroeste y el Campo de Gibraltar La acumulación de cupos reduce la calidad de la atención y estresa a los profesionales
Actualizado: GuardarLas colas en los centros de salud comienzan a ser un clásico del verano en los municipios costeros, tanto como la playa minada de sombrilla o el helado derretido que se vende a pie de mar. La afluencia de veraneantes es menor que otros años, pero los retrasos en los consultorios siguen siendo los mismos. La Consejería se Salud presentó en junio su plan especial de verano para el refuerzo de plantilla que prevé la contratación de 22 médicos (19 de medicina familiar y tres pediatras). El resto de personal son 16 enfermeros y nueve auxiliares. Para la Administración, se trata de un planeamiento ajustado a las necesidades de cada centro, especialmente los de la costa. Para los profesionales «es más que insuficiente y de ninguna manera absorbe el incremento de población que se registra en los meses de verano».
Durante la primera quincena de julio ya comienzan a colear los primeros flecos de la reordenación sanitaria de vacaciones. En el Campo de Gibraltar y en la Costa Noroeste el tiempo de espera para ser atendidos con cita previa pasa de uno a diez días, según indica el Sindicato Médico. La Bahía tiene la situación más controlada, pero no tardará mucho en sumarse a la estadística. A partir de aquí todo se descoloca. Al paciente que le anuncian que tiene que esperar más de una semana para ver a su médico ni se lo piensa, se queda en la sala de espera sin cita alegando que necesita ser visitado de urgencia.
«Hasta el momento no hay grandes conflictos en la atención primaria, la crisis ha retrasado las vacaciones de muchos veraneantes, pero se empieza a notar la presión desde que empezó julio», considera Guillermo López, secretario provincial de Sanidad de UGT. Los facultativos están cubriendo sus cupos y los de los compañeros que están de vacaciones, la mayoría por dos semanas «para no agotar a los que se quedan». Aún así, la conflictividad aumenta porque el médico está más estresado y el paciente más molesto.
El número de reclamaciones es mayor en verano, según la presidenta de la Asociación Defensor del Paciente, Carmen Flores, que asegura no entender por qué no se toman medidas, cuando año tras año se repite el mismo cuadro. Flores se muestra muy crítica con la Junta de Andalucía, que a su juicio, «olvida que gobierna una comunidad turística y la población se multiplica en la temporada estival».
Las principales quejas están relacionadas con una «atención defiente» en las urgencias y las largas colas que se generan en las puertas de las consultas. Precisamente son los usuarios autóctonos los autores de estas reclamaciones, mucho más que los turistas, precisa la responsable del colectivo, que anima a reclamar cuando vea que sus derechos son vulnerados aunque esté de vacaciones.
CAMPO DE GIBRALTAR
Sin noticias del pediatra
A medida que avanza el verano el tiempo de las citas aumenta y con ellos el nivel de enfado de los usuarios, que descargan su indignación con los propios facultativos. «Las agresiones verbales son diarias, a eso ya estamos acostumbrados, lo que tememos es que pase a mayores», insiste el delegado del Sindicato Médico en el Campo de Gibraltar. Este distrito no recibe la misma afluencia de turistas que el resto de la provincia, por lo que llegan menos refuerzos.
Los ambulatorios que soportan mayor carga son los de La Línea y Los Barrios, donde algunas sustituciones se han hecho a través de médicos volantes, que cubren consultas y urgencias en determinados días. Cuando se trata de pediatras, la cosa va peor. «A la mayoría de los niños los atienden médicos de familia», recalca Ramos, que denuncia la falta de especialistas dentro de la atención primaria.
El Campo de Gibraltar es una de las zonas que presenta mayor carencia en pediatría. En la mayoría de centros hay uno o dos pediatras, sin posibilidad de que sean sustituidos.
COSTA NOROESTE
La playa de Sevilla y Córdoba
De «endémica» califica la situación el delegado del distrito del Sindicato Médico, Antonio Santana. «Llevamos años denunciándolo y la situación sigue siendo dramática», se lamenta. Cientos de sevillanos, cordobeses e incluso extremeños tienen en Chipiona y Rota su segunda residencia. Durante el año la población de ambos municipios ronda los 40.000 y 30.000 habitantes, respectivamente y cuando llega el verano se multiplica por diez.
Eso quiere decir que los centros de salud se colapsan en el periodo estival. «Para este año habíamos pedido diez médicos para los ambulatorios de ambas localidades y lo que nos han enviado son tres a repartir», asegura el doctor Santana. Sanlúcar y Jerez también se encuentran desbordados, pero de momento mantienen las consultas de tarde. Chipiona las ha suprimido para cambiarlas por urgencias.
Antonio Santana asegura que sólo se han ido de vacaciones un 20% de la plantilla en centros de salud en los que trabajan entre 10 y 12 profesionales. «La conciliación de la vida laboral y profesional es un desastre», insiste.
LA BAHÍA DE CÁDIZ
Situación contenida
En la Bahía aún se puede respirar, pero por poco tiempo. Por lo pronto, muchos facultativos ya están cubriendo los cupos de sus compañeros que están de vacaciones. El mes difícil será agosto. «Ahora sólo hay un 20% de los médicos de vacaciones y aún no hay grandes aglomeraciones, pero en un par de semanas se irá el 40%», advierte Antonio Bueno, delegado de la Bahía del Sindicato Médico.
El facultativo explica que la crisis ha frenado a los veraneantes «y eso se nota en las playas y en las consultas», pero no duda de que les esperan unas semanas duras. Por el momento, los consultorios de Conil y Barbate empiezan a resentirse. En ambos se habían pedido dos nuevos profesionales para el relevo, y sólo ha llegado uno a cada centro. Tocará esperar a que no ocurran incidencias.
emartos@lavozdigital.es