La Corte Internacional acusa al presidente de Sudán de genocidio en Darfur
La ONU suspende "indefinidamente" su misión conjunta con la Unión Africana ante posibles represalias
LA HAYAActualizado:El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, ha acusado al presidente de Sudán, Omar al Bachir, de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio en Darfur, donde han muerto más de 300.000 personas en cinco años de conflicto. La ONU ha decidido suspender "indefinidamente" su misión en la zona ante posibles represalias del Gobierno sudanés, que no reconoce los cargos.
Moreno Ocampo ha presentado a los jueces el resultado de su segunda investigación en Darfur y serán los magistrados de la sala preliminar de la CPI quienes tendrán que decidir ahora si las pruebas constituyen una base razonable para hacer efectiva la orden de arresto contra el presidente de Sudán.
Al Bachir se ha convertido en el tercer presidente en ejercicio en ser objeto de un proceso judicial internacional. Le precedieron el serbio Slobodan Milosevic, fallecido en 2006 e inculpado en 1999 por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), y el liberiano Charles Taylor, perseguido desde marzo de 2003 por el Tribunal Especial de Sierra Leona.
El Gobierno sudanés no reconoce al tribunal
La respuesta del Ejecutivo a la Fiscalía Internacional ha sido inmediata; como era previsible, ya ha anunciado que no reconoce la acusación, según ha anunciado su portavoz, que también ha adelantado que Jartum seguirá adelante con el proceso de paz para esta región del oeste del país y protegerá al personal de Naciones Unidas desplegado en ella.
Su declaración no ha convencido a la ONU, que ha decidido suspender de forma "indefinida" la misión militar conjunta con la Unión Africana en Darfur (UNAMID) como medida de prevención ante un posible brote de la violencia tras la orden de detención contra el presidente sudanés.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ya denunció en junio la falta de cooperación de Sudán con el CPI, cuya jurisdicción no reconoce, y la Unión Europea amenazó con sancionar a Jartum. Este lunes, la UE ha "tomado nota de las declaraciones del fiscal" Moreno Ocampo.
La presidencia francesa de la Unión, en un comunicado en nombre de los Veintisiete, considera que "corresponde ahora a los magistrados" de la sala preliminar del Tribunal Penal Internacional pronunciarse sobre cómo proceder aunque reitera su llamamiento a que "sean ejecutadas" las ordenes de arresto cursadas por el tribunal hace más de un año contra Ahmad Harun, actual ministro para Asuntos Humanitarios, y Ali Kushayb, líder de los paramilitares progubernamentales 'janjawid'.
En el mismo texto, la UE indica que el TPI juega un papel "fundamental" para la promoción de la justicia internacional. Además, la Unión insta al Gobierno de unidad nacional de Sudán y al conjunto de las partes implicadas a actuar para encontrar una solución política para Darfur y para la puesta en práctica del acuerdo de paz entre norte y sur, "en interés de la población de Sudán y de la estabilidad del país y de la región".
La oposición teme por la estabilidad del país
Los principales partidos de la oposición de Sudán han apuntado que la orden de arresto dictada por el fiscal contra el presidente desestabilizará el país y causará un "colapso constitucional". Varios partidos políticos habían apoyado al TPI cuando decidió acusar el año pasado al ex ministro de Asuntos Humanitarios y a un líder de la milicia, aliada del Gobierno en el conflicto de Darfur, por crímenes de guerra.
Sin embargo, ahora creen que la orden de detención contra Al Bashir, pocos meses antes de que se celebren las primeras elecciones libres de los últimos 23 años, disminuyen las opciones de paz en el país más grande de África.
"Si se ejecuta una acusación formal contra el máximo representante del Estado, se producirá un colapso constitucional en Sudán ", señala en un comunicado el Umma, partido que ganó los últimos comicios libres celebrados en el país africano.
Sudán, la mayor nación del continente africano, sufre múltiples divisiones religiosas, étnicas y socio-económicas, acentuadas por las luchas para apropiarse las riquezas naturales, desde que en 1978 se descubriera petróleo al sur del país. Los enfrentamientos en Darfur, la región occidental de Sudán fronteriza con Chad, se han cobrado miles de muertos y han ocasionado unos dos millones y medio de desplazados a campos de refugiados dentro y fuera del país, en lo que la ONU ha definido como uno de los peores desastres humanitarios de este siglo.