ANÁLISIS

Mucha lluvia

Antes de iniciar este comentario debo decirles que la noche del triunfo de Luis León cayó otra botellita de champagne para festejar tan importante victoria. La etapa, la de ayer, tuvo sus dificultades debido a la lluvia. Cayó continuamente casi todo el día. De no haber sido por esta dificultad meteorológica hubiese sido relativamente cómoda. Otra vez más la salida fue muy rápida desde los primeros kilómetros. Hasta que no se consumó la fuga ahí estuvimos aguantando como podíamos el chaparrón, y nunca mejor dicho. El agua no dejaba de caer y este hecho siempre castiga mucho al ciclista. Hemos salvado la octava etapa bien, no tenemos ninguna baja y las heridas ahí están, curándose poco a poco. Prácticamente estuve casi toda la etapa en el centro del pelotón resguardándome todo lo que podía de la que estaba cayendo y del aire. Eso sí, siempre muy atento para no verme implicado en otra caída o montonera debido al mal estado del suelo, que se encontraba bastante mojado y muy resbaladizo. Un día así, con tanta lluvia, no me beneficia para nada. Luego cuando llegas a la meta estás calado hasta los huesos y la ropa se puede escurrir. Espero no acusar mañana domingo esta circunstancia, aunque lo que más miedo me da es el golpe de la caída. Después de estar todo el día trabajando de una manera constante, diría que al ciento veinte por ciento, me encuentro mejor.

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Y sobre lo ocurrido al Triki Beltrán, es una pena este hecho para él y también para el ciclismo. Es buen amigo y siempre me he llevado y me llevo bien.