Uribe y Chávez sellan la reconciliación
El jefe del Gobierno de Bogotá se reúne en Venezuela con su homólogo bolivariano después de meses de ataques y descalificaciones mutuas
Actualizado:Tras meses de amenazas, acusaciones e insultos que colocaron las relaciones entre Colombia y Venezuela al borde de la ruptura, sus presidentes, Álvaro Uribe y Hugo Chávez, se reunieron ayer en el estado venezolano de Falcón, escenario que marca el inicio de su reconciliación política, ya que la económica no sólo se mantuvo durante el largo desencuentro sino que incrementó las cifras de intercambio comercial entre ambos países.
Los mandatarios cumplieron con una cargada agenda en siete horas de visita oficial en las que se firmaron por lo menos cuatro acuerdos, pero Uribe no quiso rubricar uno para la construcción -a propuesta de Chávez- de un ferrocarril que una el Atlántico y el Pacífico. El líder colombiano llegó a Venezuela encumbrado por sus triunfos con la guerrilla mientras que Chávez sufre una pérdida de popularidad -más de 20 puntos-, que amenaza su éxito en las elecciones municipales en las que la oposición podría ganar algunas provincias.
Las circunstancias fueron muy diferentes a las del verano pasado, cuando el 'comandante presidente' -todavía en alza- ofrecía su mediación ante las FARC como solución para lograr un acuerdo humanitario en el país vecino. Ahora es Uribe quien tiene el reconocimiento nacional e internacional por el operativo que arrebató de las garras de las FARC a 15 de los rehenes 'canjeables' más prominentes, entre ellos Ingrid Betancourt, tres contratistas estadounidenses y once militares y policías colombianos.
Hace ya un mes que Chávez comenzó a bajar el pistón de la confrontación. Se mostró conciliador, llamó a la guerrilla a entregar a «cambio de nada» a todos los secuestrados y se olvidó que en enero pedía que se reconociera para ella el estatus de beligerancia. Tras el último éxito de Bogotá felicitó a su huésped por el rescate, que según dijeron ayer las FARC, no fue tan audaz porque habría sido pactado con los carceleros. Aun así, el de ayer supone un paso adelante en las relaciones de dos países que son vecinos y socios comerciales.
Uribe llegó hacia las once de la mañana (cinco de la tarde en España), a Punto Fijo, en el noroeste venezolano donde fue recibido por el ministro de Exteriores, Nicolás Maduro. Sobre el mediodía, los gobernantes se estrechaban las manos y recorrían la refinería de Amuay antes de mantener una reunión privada y un almuerzo. Al cierre de esta edición aún no se había llevado a cabo la rueda de prensa conjunta prevista.
A comienzos de 2007, ambos estadistas sellaban una nueva etapa de colaboración y declaraban la fraternidad eterna de sus dos países en una cumbre energética en la isla de Margarita. En agosto, Chávez se ofreció para mediar con las FARC. Uribe lo aceptó pero tras conocer que su colega se saltó los canales oficiales y habló directamente con el alto mando, la canceló abruptamente. Chávez se molestó y comenzaron las descalificaciones mutuas. Los puntos álgidos del enfrentamiento se produjeron en enero tras conseguir la mediación de Chávez que la guerrilla liberase a seis de los 'canjeables'. El líder bolivariano llamó entonces a Uribe «cobarde y mentiroso» y que «sirve para ser jefe de una mafia (...) Don Vito Corleone se queda corto ante hombres como Álvaro Uribe», añadió.
El mandatario colombiano contraatacó tras la acción en la que fue abatido el jefe rebelde 'Raúl Reyes' y amenazó a Chávez con denunciarle ante una corte penal por financiar a las FARC tras conocerse el contenido del ordenador de 'Reyes'. Después, en la cumbre del Grupo de Río, se dieron un apretón de manos y comenzó el esperado deshielo.