Sin marcha atrás
Actualizado: Guardariendo una vez más fieles a las tradicionales y ancladas costumbres de nuestro país, vamos a modificar lo que da buen resultado y lo que ha salido a las mil maravillas. Imagino que todo por llevar la contraria, otro de los deportes junto con el cotilleo que mejor nos caracteriza. Cuando temblaron los ingresos de la Federación de Fútbol ante la posibilidad de que la selección española no lograse la clasificación para la Eurocopa, nadie puso remedio. Es más, se le echó un pulso a Luis Aragonés poco después de que éste cambiara de opinión con respecto a su marcha. Ya saben, primero dijo que no seguía y, luego, o se lo pensó mejor, o contó el dinero que iba a perder si se iba por su cuenta. En cualquier caso, los que se hacen llamar directivos no tuvieron valor para haber tomado una decisión consensuada y con criterio en ese momento. El único que se atrevió a dar un golpe en la mesa poco después fue el propio seleccionador con la exclusión de Raúl...y fue entonces cuando se vio solo. Una situación que le sirvió, primero para ver quiénes eran sus amigos de verdad, y luego, para formar un equipo que se convirtió en una piña unida ante la adversidad, ante las críticas de más de medio país que pedía su adiós. De repente me viene a la mente la guerra de Irak cuando la casi totalidad de España salió a la calle para impedir la masacre, una petición que no fue escuchada por los gobernantes. Si antes, a Villar le importó tres pepinos la opinión de los aficionados, ahora mucho menos, sobre todo una vez que ya estaba elegido Vicente del Bosque antes de que se iniciase el campeonato. Supongo que el ex técnico del Real Madrid habrá estado tranquilo a pesar de los éxitos porque, quién mejor que él para saber lo que se siente cuando alcanzas el objetivo y, al mismo tiempo, te dan el finiquito.