Dale Luis, dale

Para definir el desarrollo de la etapa de ayer y su resultado final creo que sobran las palabras. Sobre todo de elogio de cómo se ha desarrollado y quién la ha ganado. Mi compañero, paisano y amigo Luis León consiguió un sensacional triunfo. Y para ello no puede escatimar elogio alguno para el resto del equipo. Otra jornada más han estado todos fenomenal.Salvamos un día muy importante en la segunda jornada de montaña, que, al igual que las ya disputadas, fue bastante dura y la lucha en cabeza siempre estuvo ahí.El Tour es la mejor prueba por etapas del mundo y aquí se viene, podríamos decirlo así, a la graduación para unos y al examen de fin de carrera para otros. No todo queda en unos pocos días de estudio, si no en tres semanas de intenso trabajo dejando atrás jornadas duras de entrenamiento y otras de competición en todos los terrenos ciclistas. Volviendo a lo que fue la etapa, estaba previsto que cualquiera de mis compañeros intentaran estar lo más delante posible. Pues casi con toda seguridad se produciría una fuga, como así fue. Dada la dureza de la etapa muchos corredores han perdido un tiempo precioso al no poder mantener el ritmo al que rodaba el pelotón principal. El momento clave fue cuando se provocó el corte y de inmediato, a través de mi pinganillo, que vienen muy bien a veces, dije «dale Luis, dale Luis». Es el instante en el que Luis mira hacia atrás y al ver que cogía varios metros de ventaja, se lanzó a tope en la bajada. Intentaron saltar Schumacher, Samuel Sánchez y hasta el propio líder, pero entre su pequeña ventaja y la fuerza con la que pedaleaba, logró mantener esos pocos segundos de ventaja. Al final fueron valiosísimos para llegar a la meta ganando con total autoridad y en solitario. Por lo que respecta a mis heridas, van mejorando de forma ostensible. Además, he podido dormir una hora y media más que el día anterior y en carrera no he tenido que tomar ningún calmante. Sobre mi equipo, el Caisse d'Epargne, ¿que puedo decir! Formamos un gran bloque y en estos momentos somos, quizás, de los más fuertes de la carrera. Queda mucho Tour por correr y mucha montaña por subir y bajar, pero de momento ahí estamos dando la cara y ¿de qué manera!