«Ser 'garrapatero' es como tirarse al barro y que te dé igual mancharte»
Tras su paso por el festival Rock in Río, la banda jerezana visita San Fernando para presentar canciones nuevas y rescatar los grandes clásicos de su discografía
Actualizado: GuardarHumildes, sencillos, frescos, gamberros, arrabaleros y garrapateros hasta la médula. Los jerezanos Los Delinqüentes tienen la fiesta asegurada allí donde van. ¿La última vez que la montaron? El pasado sábado en Rock in Río, donde ejercieron como secundarios de lujo y demostraron que saben calentar motores como nadie con su sonido canalla y sus divertidas letras. Ahora, tras largo tiempo sin actuar en su tierra, visitan La Isla junto a su «compadre» Muchachito. A diferencia del festival madrileño, donde sólo tuvieron tiempo para repasar lo esencial de su discografía -El sentimento garrapatero que nos traen las flores (2001), Arquitectura del aire en la calle (2003) y El verde rebelde vuelve (2005)- esta noche podrán desplegar todos sus encantos y acompañar la música con sus disfraces, su gracejo y sus innumerables anécdotas, esas que nacen «en la calle, en la plazuela, tomando el aire...».
- ¿Qué tal la resaca del Rock in Río? ¿cómo ha sido compartir cartel con artistas de la talla de The Police?
-Resaca agradable, porque hemos disfrutado mucho. Nosotros abrimos el festival el segundo fin de semana y ya que estábamos allí, nos quedamos y aprovechamos para ver los grupos, porque a nosotros también nos gusta ir a ver conciertos. Vimos a Jamiroquai, a Shakira, a Bob Dylan, que siempre nos ha influido mucho...
-¿Y no vieron a Dylan en Chapín?
-Sí, claro, que venga un artista de la talla de Dylan a Jerez es un acontecimiento que no nos podíamos perder.
-¿Hubiera estado bien que Los Delinqüentes telonearán a un mito del folk de tal talla?
-(Risas). Hombre, si nos hubieran llamado eso ya hubiera sido increíble, la verdad.
-¿Cambiarían Rock in Río por uno de esos clásicos bolos de verano por los pueblos de la provincia?
-Cada concierto tiene lo suyo. Cuando tocamos por aquí estamos con nuestra gente y tenemos más tiempo, en festivales como Rock in Río no puedes hacer el show entero pero viene a verte gente de todo el mundo, es un evento mediático. Pero vamos, nos quedamos con los de aquí, cerca de la playita, que eso tira mucho... Es muy importante ir a tocar a los pueblos porque la gente los espera con mucha ilusión.
-Muchos artistas se quejan de no ser profetas en su tierra, Los Delinqüentes no parecen tener ese problema...
-Es que somos sinceros y humildes, no hacemos canciones enlatadas ni música comercial. Nuestro estilo es callejero y decimos las cosas como son, como las pensamos, y la gente lo capta.
-¿Qué significa exactamente ser garrapatero?
-Eso es como cuando te tiras en el barro y estás a gusto y te da igual mancharte. Cuando eres feliz con lo poco que tienes. La gente que hace la vida más fácil es la gente garrapatera.
-¿Se puede ser garrapatero por la noche y fichar todas las mañanas en la oficina con traje y corbata?
-Por supuesto, el trabajo es el trabajo, hay que buscarse las papas. Aunque más garrapatero es un albañil que un director de banco. Uno aprende más en la calle que en el colegio o en un banco. Nuestra filosofía es callejera.
-Mucha gente les consideran poetas de la calle.
-(Risas). Hemos escuchado mucho a Kiko Veneno, Los Beatles... y eso nos ha ayudado a darle muchas vueltas a las letras, hablar en sentido figurado... Nos esforzamos mucho con las letras, es preciso estudiarlas bien hasta que el tema quede perfecto.
-Nunca han grabado fuera de Jerez. Eso es ser fiel a su tierra...
-Sí, en el estudio de La Bodega, en el bar Damajuana, que se está haciendo un buen nombre en Jerez. Es un punto de encuentro de artistas de distintos lugares, puedes ver flamencos, rockeros... Joaquín Sabina, Bebe y Aute han pasado por allí. Es como La Carbonería en Sevilla...
-El centro de la vida bohemia...
-El bohemio jerezano siempre va al Damajuana a tomarse su cervecita, a escuchar buena música... además, siempre hay conciertos. Tiene mucho embrujo.
-Cuando formaron G5 con Muchachito, Tomasito y Kiko Veneno, ¿pensaban grabar un álbum desde el principio o fue una fiesta que se fue de las manos?
-Siempre que coincidíamos de gira nos encantaba juntarnos para toca y, hacer letras y al final decidimos montar el grupo para pasarlo bien. La grabación fue una fiesta de compadres.
-¿Habrá segundo disco entonces?
-Sí, pensamos juntarnos y hacer algún tema nuevo. Hay muy buena química.
-Esta noche actúan junto a Muchachito. ¿Será una doble fiesta arrabalera?
-Sí, haremos un concierto bastante largo, porque a Muchachito le encanta tocar muchos temas. Además, haremos colaboraciones, cantaremos versiones y canciones de G5 como Cuarenta forajidos...
-¿Quién ganará el bombo o el pito de caña?
-La unión hace la fuerza (risas). La verdad es que cada vez que nos juntamos saltan chispas.
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