Rigor en los proyectos esenciales
El nuevo hospital que la Junta de Andalucía levantará en los antiguos terrenos de Construcciones Aeronáuticas, en Cádiz, por importe de 200 millones de euros, es probablemente el proyecto de obra civil más sustancioso de los que se van a acometer en la Bahía en mucho tiempo y, sobre todo, un edificio de la máxima importancia para la vida de sus ciudadanos. Resulta, por lo tanto, fundamental que no se cometan errores en su planteamiento, pues se pagarían caros en el futuro. Es asimismo imprescindible que se respete con pulcritud el procedimiento y se cumplan las normativas. En este sentido, pese a que las condiciones del pliego han sido leoninas, y hasta objeto de una carta de protesta por parte del Colegio de Arquitectos de Cádiz, han de cumplirse en todos sus extremos y debe además tenerse en cuenta otras ordenanzas vigentes y, de entre ellas, sobre todo el Plan General de Ordenación Urbana de Cádiz. Una política de hechos consumados, que podría intentar forzar al Ayuntamiento de Cádiz a reformar el plan o arriesgarse a quedar como entorpecedor del proyecto sanitario, no podría considerarse una buena práctica.
Actualizado:Los dos equipos que han llegado a la última fase del concurso se someten estos días al dictamen de la comisión nombrada al efecto, formada por dos expertos de la Administración del Estado y tres de la Consejería de Salud. Hay que confiar en que ganará el mejor y que, quien lo haga, logre no sólo cumplir los plazos, cosa que parece harto difícil, sino que, sobre todo, levante un edificio eficaz para el uso previsto, funcional, adecuado, seguro y capaz de servir durante décadas a la mejora de la salud de los gaditanos, de hoy y de mañana. Pero además debe ambicionar contribuir a una ciudad más integrada, más sostenible, más hermosa, ha de integrarse en su configuración y servir a ella, no imponerse o modificarla.