Artículos

Incógnitas turcas

En términos políticos, si vale decirlo así, el atentado de ayer en Estambul es casi inexplicable: cuatro terroristas, de los que tres murieron a su vez, tirotearon y mataron a tres policías turcos delante del superprotegido consulado general de Estados Unidos en la ciudad.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Nadie se había responsabilizado del ataque en el momento de enviar esta columna y las dos atribuciones plausibles, la de al-Qaeda y la del PKK (kurdo) tropiezan con algunas dificultades si se aplica al análisis de lo sucedido un mínimo de lógica y coherencia.

Las células de Al-Qaeda en Turquía hicieron una trágica exhibición en noviembre de 2003 en Estambul cuando, en ataques simultáneos mataron a unas sesenta personas en dos sinagogas y un banco y el consulado británicos. Pero sus autores y financiadores fueron capturados y condenados a prisión perpetua. Los servicios policiales turcos dieron pruebas de su reconocida eficacia y el gobierno de su decisión de combatir a fondo al terrorismo.

El ataque, de una elementalidad tosca que se explica mal y que condenaba a los autores a su vez a una muerte muy probable por la respuesta policial, no tenía de anti-americano más que el lugar: el área que precede a la entrada principal del consulado, una verdadera fortaleza rodeada de muros y medidas electrónicas y físicas de seguridad e inabordable para tres o cuatro hombres armados con armas ligeras.

La pista kurda es poco menos que inimaginable porque el atentado no tiene su sello y, sobre todo, porque no es insertable en su vigente práctica política. Mantiene su actividad guerrillera en el este de Anatolia y sus bases en Iraq son regularmente atacadas desde el aire y, ocasionalmente, por tierra.

Es cierto y oficial que los norteamericanos, aunque piden a Turquía moderación en su respuesta porque necesitan al socio kurdo en Irak (el gobierno autónomo de Erbil) comprenden la acción turca y han ayudado a los bombardeos desde la fórmula que se conoce como compartir la inteligencia (fotos de satélites con objetivos claros). En ese sentido podría encontrarse un hueco para entender que el PKK quisiera castigar esa actitud norteamericana, pero no es probable.