Arte en la periferia

Jimena Blázquez, directora de la Fundación NMAC de Montenmedio, lanzó al aire una pregunta: «¿Por qué, si tradicionalmente nunca se ha identificado la idea de periferia con el concepto de arte contemporáneo, en los últimos años hemos visto como surgían centros en Murcia, Granada o Valladolid?». ¿Qué está cambiando? ¿Estamos en pleno proceso de descentralización de este tipo de iniciativas?

El debate, azuzado por éstas y otras cuestiones, quedó abierto ayer en la sede de la Asociación de la Prensa de Cádiz, donde se desarrolla el encuentro Fuera de circulación: espacios periféricos para la cultura contemporánea, organizado por la NMAC y que cuenta con un extraordinario plantel de invitados. «Hace tiempo que venimos hablando de la necesidad de unir nuestras fuerzas para que se nos escuche, para que se considere la importante labor que realizamos, sin que esa unidad implique, en absoluto, la renuncia de nuestras particularidades», explicó Blázquez.

Lorenza Barboni, del Espai d'art Contemporani de Castelló abrió el ciclo explicando las dificultades que tuvo el centro para arrancar en sus primeros años. Los inconvenientes que sufre el Espai son extrapolables al del resto de participantes: «Tenemos muy poca visibilidad, y eso implica dificultades para captar visitantes», señaló. Antonio Franco, del Meiac de Badajoz, explicó las particularidades de un centro que «ciñe sus contenidos al arte Iberoamericano, en plena Extremadura».

Finalmente, Miguel A. Hernández firmó una singular intervención, en coherencia con la particularidad del centro que dirige: el Cendeac de Murcia, «un lugar en el que ni siquiera se expone, y que se dedica al análisis teórico».