El día que conocí a Bocuse
El joven cocinero gaditano Víctor Piñero ha participado en Noruega en el concurso de gastronomía más importante del mundo
Actualizado:«Soy un privilegiado. Con mi edad pocas personas pueden decir que hayan estado en el Bocuse d'Or. Ha sido increíble». El gaditano Víctor Piñero todavía no se ha despertado del sueño que vivió la semana pasada. El joven cocinero de 22 años ha participado en el concurso gastronómico más im-portante del mundo como ayudante del representante español Ángel Palacios, chef ejecutivo de La Broche de Madrid donde Piñero es jefe de partida.
«Ganamos el nacional», re-cuerda el chef, «y nos fuimos para Noruega donde se celebraba el europeo», explica Piñero a su regreso. Allí comenzó la aventura. Dos días de concurso quedaban por delante. Tenían que conquistar a un jurado compuesto por los paladares más exquisitos del mundo.
El caramelo y la humedad
A su llegada, lo primero fue buscar un local donde el equipo es-pañol pudiera hacer las pruebas antes del concurso. «Teníamos que preparar dos platos en cinco horas». El menú tenía que ser elaborado con los dos ingredientes estrellas de esta edición europea: el salmón noruego y el cordero. «Uno de nuestros platos llevaba caramelo y, como la hu-medad en Noruega es diferente a la de Madrid, tuvimos que hacer ensayos para que todo caramelizara perfectamente. No podía haber errores».
El equipo español participó en séptimo lugar. «Íbamos con mu-chas ganas e ilusión aunque sabíamos que había gente muy preparada y con platos muy buenos». Piñero y Palacios no fallaron pero, como ya se habían figurado, otros chefs llevaban más tiempo que ellos preparándose exclusivamente para la prueba y tenían más presupuesto.
Los de La Broche hicieron un homenaje al Maxim's de París, con un toque de jamón, melón con piel de sapo, y aceite de oliva a uno de sus platos, «un punto de cocina tradicional con guiños modernos».
Llegaba el gran momento y tenían que estar a la altura. «Estuve nervioso las horas previas. Nos despertamos a las cinco y media de la mañana a preparar las cosas pero todo se me pasó una vez que me puse a cocinar. Me dije: esto es como estar en La Broche haciendo lo que hago todos los días». Sus esfuerzos eran seguidos atentamente desde la grada donde familia y amigos no dejaron de animarles. Finalmente, la victoria fue para el noruego Geir Skeie y ellos quedaron décimocuartos. «Para 2010 lo volveremos a intentar», promete Piñero quien además podría ir como primera figura de cartel. «Sería un orgullo». Si ese momento le llega, sólo tendrá 24 años.
Entre estrellas
Para el joven cocinero de San Fernando la clasificación en el Bocuse de Europa para el mundial del año que viene en Lyon (Francia) era algo casi secundario. «Queríamos ganar, claro, pero me quedo con todo lo que he aprendido y con las experiencias que he podido vivir».
Y entre esos momentos, el instante en el que Paul Bocuse, padre del concurso y máximo gurú de la cocina internacional, le dio la mano. «Nunca lo olvidaré».
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