«Vamos a poner en venta la casa porque estamos aterrados»
Cuatro menores fueron arrestados por el robo ocurrido en El Marquesado, pero no están vinculados con el asesinato
Actualizado: GuardarLa hipótesis del robo tenía como base que a muy poca distancia del primer ataque armado, en la misma zona de El Marquesado, unos desconocidos habían entrado en una vivienda y se habían llevado un botín en joyas y dinero en metálico. Este golpe se tuvo que producir entre las nueve de la noche y las dos de la madrugada del viernes al sábado, que es el intervalo de tiempo que estuvieron los propietarios del inmueble en la verbena que estos días se ha venido celebrando en la barriada.
Así lo aseguraba el matrimonio compuesto por Mariana Gómez Leyton -es prima del padre de Tamara- y Valeriano Lebrero Asensio. Estaban convencidos de que los ladrones que habían entrado en su casa no podían ser las mismas personas que protagonizaron los tiroteos. Poco después de entrevistarlos, este periódico pudo confirmar que la Policía ya había detenido a cuatro menores por estos hechos, los cuales están en libertad aunque a disposición de la Fiscalía. Esto significa que el robo sufrido por la pareja no estaba relacionado con el asesinato y las agresiones perpetradas por dos individuos. Pese a todo, este matrimonio ha tomado una decisión: poner en venta su finca. «Ya estamos mayores y nuestros hijos no viven con nosotros. Después de todo lo que ha ocurrido estamos aterrados», decía Mariana mientras mostraba cómo habían revuelto sus pertenencias, las cuales aún no se atreve «ni a tocar».
La amenaza de un grupo
Los ladrones arrancaron una de las rejas que cierran las ventanas y accedieron a la casa cuando los dueños habían acudido a la verbena para ver a su hija actuar. Eso le hizo sospechar a Valeriano que los autores los conocen y sabían que se iban a ausentar de su finca. «Estoy seguro de que nos estaban vigilando en la fiesta. Habría alguien controlando por si regresábamos, alertar a sus compinches. No quiero señalar a nadie, pero se me ocurren unos cuantos nombres». La intuición de este vecino de El Marquesado no iba desencaminada. Los cuatro jóvenes arrestados son de la zona y fueron rápidamente identificados. Y es que los lugareños se vienen quejando de las tropelías que están cometido un grupo de adolescentes, que han llegado a provocar incluso reyertas. Si a esto se le suma los tiroteos, el miedo se ha hecho dueño de este punto del interior de Puerto Real, donde ya nadie duerme tranquilo.
A Mariana y Valeriano les han sustraído 3.000 euros en metálico, joyas y varias pertenencias más como discos compactos y un par de zapatillas deportivas. Sin embargo, no tocaron ningún efecto de más valor como los electrodomésticos. «Esta gente iba a lo fácil: a llevarse el dinero y el oro para venderlo. Tan sólo pienso qué nos hubiera podido pasar si nos pillan dentro». En ese momento, Valeriano interrumpe a su esposa: «Si estamos dentro, esa gente no entra. Nos tenían controlados y cuando nos fuimos, se metieron».
Esta experiencia ha sido definitiva para que este matrimonio decida mudarse para siempre. «Es una lástima que se esté perdiendo la paz que había en esta barriada -una sensación que comparten muchos vecinos consultados por este periódico-. Cambiamos las comodidades que te ofrece Puerto Real por estar en el campo, pero ya no tenemos ni una cosa ni otra», se lamenta Mariana, quien ha decidido pernoctar estos días en la vivienda de una de sus hijas.
Esta mujer es prima del padre de la chica asesinada y aunque no mantienen una estrecha relación, sí que van y vienen al hospital para conocer el estado de los heridos de la familia Leyton. «Están destrozados y nadie se explica por qué han querido cometer una matanza». Ni ella ni su marido se creen que entraran en la finca a robar. «Quien quiere hacer algo así, no trata de llevarse a la gente por delante».