DE VACACIONES. Un joven habla por el móvil mientras descansa en la playa.
Ciudadanos

La playa se queda sin cobertura

El servicio de telefonía móvil podría sufrir problemas por la falta de antenas en los municipios de costa y el aumento de demanda turística Las operadoras denuncian déficits de hasta el 30% de los repetidores

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Para disfrutar de unas relajadas vacaciones, aprovechar la tranquilidad de la costa y desconectar de la rutina, lo recomendable es apagar el teléfono móvil. En las playas de la provincia de Cádiz, esta actitud podría convertirse en una opción forzosa, ya que en muchos puntos del litoral la cobertura móvil corre el riesgo de sufrir apagones por la dichosa «sobrecarga en la red», causada por el aumento de demanda que se produce con la llegada masiva de turistas, que multiplica exponencialmente la población de los municipios gaditanos.

Bien es cierto que este verano «no se espera un colapso de las líneas», aseguran desde la Asociación de Empresas de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones (AETIC), que representa a las cuatro compañías operadoras de telefonía móvil (Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo). Sin embargo, también reconocen que «otra cosa es que a ciertas horas del día y en algunos puntos de la provincia la red no funcione con toda la normalidad deseada».

Esos «puntos» se corresponden, según resume AETIC, con los municipios de la carretera Nacional 340, que bordea el litoral por la comarca de la Janda hasta el Campo de Gibraltar, donde las compañías admiten haber tenido «serias dificultades» para ampliar el número de antenas repetidoras de frecuencias en los últimos años: Chiclana, Conil, Zahara de los Atunes o Tarifa son algunos de estas localidades donde el temor de los vecinos a una posible radiación perjudicial de las antenas lleva a los ayuntamientos a dificultar la concesión de nuevas licencias, lamentan en AETIC, que consideran que en estos municipios existe un «déficit» de torres.

Los últimos cálculos de las administraciones registraban unos 2.500 repetidores en el conjunto de la provincia. Sin embargo, el número de antenas que existe en Cádiz es, cuando menos difícil de delimitar, ya que «es un mercado dinámico y aparecen antenas nuevas constantemente», denuncian desde Ecologístas en Acción.

Las empresas de telefonía tampoco ofrecen cifras. Sí aseguran que en «las zonas más críticas la cobertura puede se insuficiente hasta en un 30%». En años anteriores, por ejemplo, se utilizaron unidades portátiles -transportadas en camiones-, situados en puntos del litoral para garantizar el servicio. Este tipo de dispositivos son utilizados generalmente en grandes eventos, donde se prevé una gran afluencia de público. Lo más parecido en Cádiz durante el verano, las playas gaditanas durante un fin de semana. Este verano «no está previsto su uso», explica Carlos Cernuda, portavoz de las cuatro principales compañías de telefonía móvil.

Sin embargo, no todos consideran que falten repetidores. Desde la Federación de Consumidores de Andalucía (FACUA) responden que «no sólo no faltan antenas de este tipo, sino que además creemos que habría que eliminar algunas o alejarlas de la ciudades», afirma Jesús Yesa, presidente de la asociación, que rechaza incluso que exista un riesgo real de sombras en la cobertura. Los consumidores argumentan que «de las numerosas reclamaciones que recibimos sobre telefonía móvil -de hecho es uno de los sectores que más quejas recaban al año-, prácticamente ninguna se refiere a problemas con el servicio», explica Yesa.

¿Nocivas para la salud?

Detrás de esta contradictoria valoración entre las compañías y los consumidores subyace el debate inconcluso sobre los perjuicios de las antenas de telefonía sobre la salud. Un «mito» para unos y un «probable riesgo» para otros. ¿Realmente pueden ser nocivos estos aparatos? También aquí, las opiniones y los argumentos divergen.

Desde la AETIC se garantiza que los niveles de emisión de las antenas en España «son extremadamente bajos, en torno a 800 y 1.000 veces por debajo a los niveles recomendados por la legislación europea y española», y se lanza un «mensaje de tranquilidad y serenidad a los vecinos con respecto a la polémica».

Frente a estos argumentos, algunos colectivos reclaman «que se establezca un criterio de 'precaución', ya que no existen estudios que corroboren ni desmientan que los emisores móviles no sean dañinos», argumentan, por ejemplo desde Ecologistas en Acción de Cádiz.

De lo que no cabe duda es de que el uso del teléfono móvil se incrementa por meses. Según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la tasa de penetración de estos aparatos en España a finales de 2007 alcanzaba el 107%, es decir, prácticamente la totalidad de los españoles cuentan con un móvil en su bolsillo y en muchos casos más de uno.