Valverde sucede a Contador como nuevo maillot amarillo del Tour
El murciano sacó un segundo a todos sus rivales en el repecho de Cadoudal y la duda ahora es saber si mantendrá su gran momento de forma hasta París
Actualizado:«No conocía el final. Cuando he arrancado hacia la derecha, no sabía ni lo que quedaba, ni nada. Kirchen iba delante, Evans había puesto un ritmo muy fuerte, he aguantado, he visto que las sensaciones eran muy buenas y he seguido hasta meta». De forma muy sencilla explicaba Alejandro Valverde su estreno en el Tour de Francia como maillot amarillo. Sabía lo que era ganar una etapa, en Courchevel, en 2006, por delante de Lance Armstrong, pero ser líder en esta carrera es algo distinto, otra cosa.
Kim Kirchen veía cada vez más cerca la meta, el final de la subida a Cadoudal. Pero no podía oír las pedaladas de Alejandro Valverde. De hecho, los ciclistas cuando encaran una meta no suelen echar la vista hacia atrás. Kirchen no lo hizo. Ni el, ni nadie, esperaba que hubiese alguien capaz de sorprenderle a falta de 250 metros de ese final agónico, engañoso, en el que los cálculos había que hacerlos con mucha exactitud para sentir el ahogo, la fatiga, la carga de ácido láctico en los músculos que bloquean a un corredor.
Allí surgió Valverde y lo hizo para ganar. Freire apareció más tarde. La llegada no era un guante a su medida y lo notó. Alejandro Valverde sucedía como portador del maillot amarillo en el Tour a Alberto Contador, un año después del triunfo del corredor madrileño. Lo hacía en el estreno del Tour, como ganador de la primera etapa. Valverde ha ido añadiendo, a las cualidades naturales que atesoraba, otras que sólo pueden llegar fruto del paso del tiempo.
Se ha serenado, es capaz de controlar la fuerza que tiene, ha aprendido a medir las distancias, sabe esperar y también desgastarse lo menos posible. ¿Estamos ante el ganador del Tour 2008? Si no lo gana, será uno de sus protagonistas. Lo único que se le puede achacar al primer maillot amarillo de este Tour es que su estado de forma es insultante, demasiado bueno con todo la carrera por delante.
¿Será capaz de aguantar hasta la semana final? Esa es la única cuestión que nadie es capaz de desvelar en éstos momentos. Valverde, que ya había sido maillot amarillo en la Vuelta a España y medalla de plata en el mundial, añadía una nueva túnica a su palmarés.
Detrás de Valverde, de forma escalonada, se colocaron otros aspirantes al podio final del Tour como Cadel Evans o Frank Schleck y un ganador de la prueba, Óscar Pereiro. También estaban Kim Kirchen, séptimo el año pasado en la general final del Tour, Riccardo Riccó, Filippo Pozzato y Óscar Freire. Todos ellos son corredores explosivos a los que un inicio de Tour atípico les ha venido estupendamente.
Estrenos con sabor español
Lo hizo Indurain en 1992 y en 1993, al ganar dos prólogos de 6,3 y 6,8 kilómetros. Antes que él habían conseguido ese logro Miguel Poblet, al vencer en una etapa en línea de 102 kilómetros en 1955, y José María Errandonea, en 1967, precisamente cuando se instauró el prólogo en el Tour. Hasta ayer, que ganó Valverde, no había comenzado la carrera con una etapa en línea. Ha habido contrarrelojes más largas, pero no un estreno como el que le ha permitido a Valverde instalarse en lo más alto del podio. Lo normal es que pierda su maillot, que espere a ver cómo le sale la contrarreloj del martes y que se dedique a sestear a la espera de los lugares en los que se jugará el Tour.