La dispensación de la pildora postcoital disminuye por primera vez desde 2001
El 85% de las gaditanas aducen la rotura del preservativo como causa principal En 2007 se prescribieron 11.710 dosis del fármaco, 337 menos que en 2006
Actualizado: GuardarLos métodos anticonceptivos mejoran su efectividad o los jóvenes comienzan a ponerse las pilas en educación sexual. Por primera vez desde 2001 desciende la cifra de dispensación de la píldora del día después. Los hospitales, centros de salud y urgencias prescribieron 11.710 postcoitales en 2007, unas 337 menos que el año anterior. Esta bajada, junto al descenso de embarazos no deseados, supone toda una dosis de optimismo ante la posibilidad de que los jóvenes comiencen mejorar las precauciones en sus relaciones sexuales.
Lo que no varía es la excusa con la que usuarias y parejas llegan a las consultas de urgencia para socilitar la píldora. «Se nos rompió el preservativo», alega el 85% del total, mientras que apenas un 15% confiesa no haber utilizado ningún método, según un estudio realizado por el Centro de Salud La Laguna de la capital. «Es imposible que los condones se rompan tanto», asegura Antonia Luque, una de las facultativas de este ambulatorio y responsable del Programa de Atención a la Mujer del centro.
La especialista explica que el perfil de la usuaria que acude a solicitar la píldora es de una joven de entre 18 a 24 años, que no tiene pareja estable y normalmente en fin de semana. La mayoría asegura que es la primera vez que la consume; de hecho, sólo un 30% admite haberla utilizado anteriormente. No obstante, este dato resulta «erróneo», indica Luque, puesto que «en muchas ocasiones acuden a centros diferentes para evitar posibles reprimendas de los facultativos», que aconsejan no echar mano de este método más de cuatro veces al año.
El número de solicitudes se dispara, sobre todo en fines de semana o lunes por la mañana. El consumo repuntó desde que se empezó a distribuir en farmacias, siempre bajo receta, pasando de casi 7.000 píldoras dispensadas en 2003 a las más de 11.000 contabilizadas el año pasado.
Los centros sanitarios del Servicio Andaluz de Salud (SAS) tienen autorización para facilitar el fármaco a todas las mujeres en edad fértil que la requieran, sin embargo, se realiza una valoración previa que, habitualmente va en función de las horas transcurridas desde que la mujer mantuvo la relación de riesgo. La eficacia de los comprimidos varía en función de ese tiempo a razón de un 95% si han pasado 24 horas, un 85% entre 25 y 48 y algo menos del 60% cuando transcurran más de dos días.
La administración del medicamento ha cambiado. Del tradicional embase de dos comprimidos, con una separación de doce horas entre una toma y otra ha pasado a una sola píldora. «De esta manera tenemos un mayor control de la dispensación y más seguridad de que sea efectiva», indica la doctora Luque. El cambio también viene motivado por la tendencia de algunas mujeres, la mayoría adolescentes, a no tomar la segunda pastilla por miedo a posibles efectos secundarios o incluso a compartirla con otras chicas a las que les da vergüenza acudir a un centro para solicitarla. «La postcoital puede impedir el embarazo retrasando la ovulación, evitando la fecundación si el óvulo se encontrara en la trompa o impidiendo la implantación del óvulo ya fecundado. No actúa si este óvulo está implantado en el útero, por lo que no inerfiere un embarazo ya iniciado. Ésta es una de las recomendaciones que el médico realiza a la usuaria cuando solicita el medicamento, junto a consejos sobre métodos anticonceptivos. En casos como el de Antonia Luque, también les facilita folletos informativos y direcciones webs. para ampliar los conocimientos.
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