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El jefe de Gabinete de Alcaldía renuncia a su aumento de sueldo

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El equipo de Gobierno local quiso atajar ayer de una vez por todas la polémica surgida por la subida de sueldo (13.500 euros más al año) concedida al jefe de Gabinete en abril mediante un decreto de Alcaldía. Fue la primera edil, Pilar Sánchez, la que anunció que «por expreso deseo del señor Juan Carlos Jiménez, su sueldo retornará al nivel que mantenía el pasado mes de marzo», es decir, que el directivo –antiguo escolta de la alcaldesa– renuncia a su aumento de salario porque «no quiso, ni quiere, ni querrá ser un instrumento utilizado por la oposición para hacerle daño al Gobierno», añadió Sánchez.

La alcaldesa puntualizó además que el salario de su jefe de Gabinete (55.141 euros brutos anuales) «es un 50% menos de lo que cobraban los anteriores jefes de Gabinete». Recordó que «es un sueldo que se encuentra dentro de los parámetros aprobados por el Pleno municipal cuando esa figura no tenía aún ni nombre ni rostro». Ante las críticas recibidas por la oposición, la primera edil argumentó que el salario que percibe Juan Carlos Jiménez «está notablemente por debajo del nivel retributivo que corresponde a los funcionarios con un grado de responsabilidad equivalente al de su actividad profesional. Cualquier persona que tenga ese nivel, en estos momentos percibe bastante más».

Contención del gasto

Pilar Sánchez, que estuvo arropada por sus cuatro tenientes de alcalde y la mayoría de sus delegados, tenía otras muchas cosas que anunciar ayer, además de la renuncia de Jiménez a su nuevo sueldo. La precaria situación de las arcas municipales y la coyuntura nacional de la crisis han llevado al Gobierno local a «impulsar una serie de medidas tendentes a afrontar el control del gasto», explicó.

La primera de ellas es la congelación de los salarios de la corporación municipal, es decir, de todos aquellas personas «con la consideración de funcionarios eventuales como asesores en este Ayuntamiento», detalló Sánchez. Esta medida se mantendrá «hasta que acabe la crisis» y afecta también –además de a los concejales de todos los grupos y otros cargos– a esas «350 plazas que aprobó este Gobierno en el inicio de la legislatura para dar transparencia a la contratación».

La segunda de las medidas aprobadas por los socialistas sigue la misma línea. También se congelará el salario a «la totalidad del cuadro directivo del Ayuntamiento que supere la cifra de los 60.000 euros brutos anuales así como a aquellas personas que alcancen ese nivel como consecuencia de la actualización salarial que se derive de la aplicación del convenio colectivo», continuó la alcaldesa, con gesto serio, en su comparecencia de ayer.

La tercera y última medida –de momento– tomada por el Gobierno local es el ajuste del cobro de complemento de productividad, es decir, que «el sueldo que cada empleado municipal perciba vaya vinculado a su puesto de trabajo y a la responsabilidad que está asumiendo en cada momento», explicó la alcaldesa. Así, habrá reducción de sueldo para las personas que percibían ese complemento porque «en otras épocas» desempeñaban cierta responsabilidad y han dejado de ejercerla. En el caso contrario –los trabajadores que desde que los socialistas llegaron a la Alcaldía con mayoría hace un año– el Gobierno local aprobará la concesión del citado complemento. «Se trata de acabar con la mochila sin que se convierta para nada y nunca más en un privilegio de vida».

«Esta batería de medidas incluye decisiones que no son fáciles y que pueden resultar impopulares pero insisto en que la gravedad de la situación económica del Ayuntamiento nos obliga a actuar con responsabilidad y a pedir un mayor esfuerzo a quienes parten de una mejor situación salarial de salida», aseguró Pilar Sánchez que hizo especial hincapié en que estos recortes «no les va a afectar al resto de la plantilla municipal de ninguna manera». Durante su intervención, la regidora recordó otras medidas que son iniciativa de los socialistas como la regularización de los pagos a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria o la aprobación de los criterios de valoración del organigrama municipal. «El motivo de fondo es que el Ayuntamiento deje de ser para siempre una amenaza para el desarrollo económico y social de la ciudad», añadió.

La alcaldesa hizo gala de firmeza insistiendo tajantemente en que «no nos va a temblar el pulso a la hora de llevar a cabo estas medidas, en solitario si hace falta, porque ésa es nuestra obligación como gestores públicos: ordenar el gasto del Ayuntamiento y darle lógica». Respondió así la primera edil a las acusaciones de los últimos días: «Somos los primeros que tenemos que dar ejemplo. Hay desempleo y familias que lo están pasando mal y creemos que los sueldos que superan esa línea –los 60.000 euros– no tienen que crecer un sólo céntimo».

Transparencia

Tampoco se quedó en el tintero el repaso a la contratación pública, en concreto, a la gestión de la bolsa de empleo: «Puedo asegurar que desde que yo tengo la responsabilidad de la contratación de personal no ha entrado nadie por la puerta de atrás o, como suele decirse, enchufado. Hasta los tribunales me han dado la razón», replicó la regidora.

Aunque admitió que «el Ayuntamiento no está para contrataciones», aseguró que «las hacemos en función de la necesidad». Citó el ejemplo de la remodelación de Las Angustias para la que «hemos tirado de la bolsa de trabajo y han entrado los que le correspondían. Somos una administración transparente».

vmontero@lavozdigital.es