Isabel Preysler amadrina el desembarco de una firma de alta joyería en Marbella
Desfile de famosas que brillaron con luz propia o con la luz prestada de los miles de quilates que decoraron orejas, cuellos, muñecas, de-dos y hasta carteras. La firma de alta joyería Suárez reunió en la noche del martes en el club de playa Puro Beach de Estepona a un ra-millete de mujeres de primera fila para poner de largo, de una tacada, su desembarco en Marbella (en pleno centro de la ciudad) y la colección de alhajas Idalia.
Actualizado:El momento estelar, entre codazos, fue la llegada de Isabel Preysler, enfundada en una larga falda de raso y un top blanco palabra de honor. Escultural y casi paranormal. Reticente a posar en solitario, apenas compartió unas palabras en el acento que caracteriza a la larga saga de Iglesias-Preysler. Defendió que los bombones y el queso son «muy sanos», confesó que vio a la selección española y a su hijo entonar la canción de la Eurocopa, y dijo que, por lo que le cuentan, su ex marido Julio Iglesias «están bien» (de salud ya que el actor tuvo que interrumpir un concierto la se-mana pasada en la ciudad rusa de Yekaterimburgo por una indisposición). Más tarde amplió sus comentarios a la prensa del corazón que ayer se citó en Marbella para asistir a esta inauguración.
Más escueta aún fue Nati Abascal, parca en palabras, prolija en gestos, sobre todo para que quedara constancia del arsenal de joyas de la firma que lucía por milímetro. «¿Habréis sacado bien el anillo?», fue su larga intervención para irse al momento por donde había venido. Para hablar ya estaban Cary Lapique y su hija Carla Go-yanes, con estilismos contrapuestos. La madre con kaftan y la hija de lentejuelas y plumas. Con un pie en el altar, ante la inminente boda de Caritina, hija y hermana respectivamente, Cary y Carla alabaron las bondades de la marca de joyería y de Marbella casi al unísono. Y de nueva boda a la vista, ni hablar. «De momento, no tengo planes, pero me va fenomenal», contó Carla al hablar de su noviazgo.
Le siguieron por la sesión de fotos, Martina Klein, con vestido vaporoso y escueto, y deseando disfrutar de cada segundo con su hijo, y Mar Saura, que está a las puertas de buscar la parejita. «No veo el momento», dijo esta última. El trabajo es lo que tiene, aunque deslumbre tanto. / CRISTINA GONZÁLEZ