El cupón, otra vez en Jerez

Lo de Jerez con la ONCE supera ya la consideración de idilio. No es, ni mucho menos, un romance ocasional. Se trata de un noviazgo consolidado próximo a convertirse en matrimonio duradero. El cupón ha vuelto a caer en la ciudad. Dicen que toca aquí porque la gente juega mucho, bastante más que en otras ciudades. Y los responsables del organismo no lo niegan, pero, aún así, el goteo de premios que el organismo lleva ya tiempo dejando en Jerez desafía a la lógica de cualquier cálculo de probabilidades.

Basta echar la vista atrás y repasar los premios de la ONCE caídos en la ciudad en los últimos tiempos. Fueron 17 de los considerados mayores en 2007. Entre todos ellos sumaron la cantidad de 5.226.000 euros, de los que 1.301.853 correspondieron a un boleto del Combo premiado el 30 de junio y el resto a diferentes sorteos del cupón. Y la cantidad sería mucho mayor si se sumasen los premios menores, entre los que se incluyen todos los que no sean un acierto pleno de las cinco cifras del número. Este año, el Supercupón Fin de Semana ya dejó un premio mayor. En este caso fueron 250.000 euros a través de otros diez cupones agraciados con las cinco cifras (el 87.162).

Ahora ha sido el vendedor ambulante Antonio Palomeque quien ha repartido la suerte en forma de diez cupones con el gordo (91484), premiado cada uno con 35.000 euros en el sorteo del lunes. En total, son 350.000 euros -casi 60 millones de las antiguas pesetas- los que se quedan en Jerez.

Cuenta que los vendió en la barriada de La Plata y en San Benito, dos de las zonas que recorre a diario y en las que cuenta con numerosos clientes habituales. De hecho, asegura que tiene localizadas a las personas que le compraron cinco de los diez cupones y que todas le compran prácticamente a diario.

Palomeque relata que se enteró de que había dado el premio el mismo lunes por la noche. Estaba en su casa siguiendo el sorteo por televisión. «Siempre lo veo con una relación de los números que he vendido durante el día para ver si el agraciado es mío», apunta. Y esta vez sí lo fue. Dice que no se lo podía creer cuando lo comprobó y que se puso a dar saltos de alegría.

No es la primera vez que da un premio mayor. Ya lo hizo hace año y medio en Sanlúcar, donde entonces trabajaba -lleva en Jerez desde el pasado mes de diciembre-. Pero en aquella ocasión fue un único décimo.

Este jerezano de 51 años lleva cuatro y medio trabajando como vendedor de la ONCE. Antes era electricista y se encarga del mantenimiento de numerosas empresas de la ciudad, hasta que un infarto le obligó de dejar el oficio. Y fue entonces cuando la Organización Nacional de Ciegos Españoles le «recogió», como él mismo señala, y le dio este empleo.

Cada día realiza el mismo recorrido: sale de La Unión y pasa por Santa Fe, La Plata, la plaza del Caballo, las inmediaciones de la plaza de toros... Tiene fijados una serie de bares y restaurantes que son de visita obligada, donde siempre le compran décimos.

Pero tiene una parada ineludible cada mañana que es, con diferencia, la más especial para él. Se trata de la Virgen del Rocío de Santo Domingo, en Alameda Cristina. «Le tengo mucha fe y siempre le pido que me dé suerte para dar un premio gordo; y me lo ha concedido», explicaba ayer a LA VOZ visiblemente emocionado. «Mi ilusión es ahora dar el Cuponazo del viernes, así que ponga ahí en el periódico que la gente me compre cuando me vea por la calle, porque lo voy a dar, seguro», concluye. Queda dicho.