El Gobierno advierte de que la parte «más difícil» del frenazo económico llegará a finales de año o principios de 2009

La parte «más difícil» del frenazo que sufre la economía española aún está por llegar, pese a la sucesión de datos negativos durante los últimos meses. Así lo advirtió este martes el vicepresidente económico, Pedro Solbes, quien situó ese momento más delicado de la actividad entre finales de 2008 y principios de 2009. Pese a ello, mantuvo su impresión de que el producto interior bruto (PIB) crecerá al cierre del ejercicio «algo por debajo» del 2% -lo que, admitió, supondrá un incremento sensible de la tasa de desempleo-, y eso que él mismo adelantó que durante el segundo trimestre su avance también fue «algo inferior» al del primero, donde subió un 0,3%. En concreto, fuentes gubernamentales apuntaron que, según sus datos aún provisionales, el alza rondaría las dos décimas, mientras que en términos interanuales se situaría en el 2,5%, valores que no se registraban desde 2002.

En cualquier caso, el ministro de Economía y Hacienda negó que se pudiera producir una eventual recesión (dos o más trimestres con crecimiento negativo) aunque si vio «posible» una etapa de «estanflación» (estancamiento de la actividad combinada con una inflación fuerte) a corto o medio plazo, si bien consideró que sería de manera puntual y seguramente con poca incidencia porque los bancos centrales de la 'zona euro', añadió, están trabajando para que eso no ocurra.

Previsible

Solbes insistió en que la «desaceleración económica», como definió la coyuntura actual, era «previsible y necesaria», al igual que la caída de la construcción (sobre todo, en el sector residencial), si bien apuntó entre líneas que la fortaleza y rapidez de esta última les habían sorprendido (al Gobierno) en parte, al producirse un recorte del negocio «mayor de lo deseado por la restricción del crédito», pues bancos y cajas han cerrado en gran medida su 'grifo' ante los problemas de liquidez a nivel internacional. En cualquier caso, también aquí situó la recuperación para el segundo semestre de 2009 y, con más intensidad, ya en 2010, al igual que ocurriría con el PIB general.

A pesar de tan preocupante horizonte, el vicepresidente mantuvo su idea de que los fundamentos de la economía española son «sólidos» y que, a pesar del fuerte ajuste, su capacidad de crecimiento se mantiene «invariable» en el 3%, aunque por ahora no sea posible alcanzarlo. Ello, sin embargo, no quiere decir que el Estado esté en condiciones de convertirse en avalista de toda la actividad nacional. «Yo buscaré deuda pública para financiar mis necesidades», precisó Solbes, pero el sector privado «tiene que encontrarla en la banca y el sistema financiero». «Cada uno tiene que buscar el dinero en su ámbito», aunque el Gobierno puede hacer «algunas cosas» a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) -como, por ejemplo, las líneas de financiación especiales para pequeñas y medianas empresas (pymes) y promoción de vivienda pública (VPO)-. «Pero no es nuestro papel -aseveró-, ni el de la Administración ni el del Tesoro sustituir al sistema financiero, que al final tiene que cumplir su propio cometido».