GUADALCACÍN. El mayor pantano de la provincia no supera el 20% de su capacidad. / CRISTÓBAL
Ciudadanos

Los pantanos de la provincia afrontan el verano al 30% de su capacidad

La Junta reconoce que la sequía «está muy lejos de superarse» Hay un 22,5% menos de agua almacenada respecto año pasado

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Durante los próximos meses llegarán a la costa gaditana cientos de miles de nuevos vecinos, que multiplicarán varias veces su población. Lo que no está prevista para estas vacaciones en Cádiz son las grandes precipitaciones que hagan sostenible el incremento del consumo de agua durante los meses de verano y, mucho menos, que acaben con la sequía que por cuarto año consecutivo ahoga a prácticamente toda la comunidad andaluza.

La provincia de Cádiz afronta la época vacacional, de hecho, con sus pantanos por debajo del tercio de su capacidad, según los datos semanales de la Agencia Andaluza del Agua, desde la que se advierte que «la sequía está muy lejos de superarse». Si bien estos niveles no son los más bajos de los últimos meses, gracias a las lluvias de mayo, sí son inferiores a los que se recogieron en años anteriores alrededor de esta misma época.

Más concretamente, el porcentaje medio de agua con la que cuentan actualmente los pantanos de la porción gaditana de la Cuenca Atlántica (que abarca también a los acuíferos de la provincia de Huelva) no supera la cota del 30% de capacidad, según los datos actualizados de esta semana. El volúmen actual de agua es, por tanto, de 496,8 hectómetros cúbicos, cuando la capacidad máximo es de 1.637 hectómetros.

Si se comparan estas cifras con las de hace un año, la situación resulta aún más preocupante. Y es que el año hídrico 2007/2008, que comenzó el pasado mes de octubre y finaliza este otoño, se ha caracterizado por la escase z de lluvias en toda la Cuenca Atlántica, con porcentajes de precipitaciones inferiores al 20% de la media de los últimos 25 años.

Hace justo doce meses, los siete embalses gaditanos que abastecen a la Bahía de Cádiz, Jerez y la Janda, contaban con 171 hectómetros cúbicos más que ahora, y su volúmen embalsado superaba por pocas décimas el 39%. Hay que tener en cuenta que la sequía de estos pantanos no afecta directamente a los pueblos de la Sierra, que se abastecen de los acuíferos propios.

Tampoco repercute la falta de agua en los grifos del campo de Gibraltar, que extraen sus aguas de los embalses de la Cuenca Mediterránea. De todos ellos, sólo dos están situados en la provincia de Cádiz, el de Guadarranque y el de Charco Redondo, con un nivel de capacidad del 69 y del 47% respectivamente.

Los niveles de la Cuenca Atlántica, portanto, apenas se acercan a la media del conjunto de Andalucía, que aún conserva un 40% de su capacidad, a pesar de haber sufrido un déficit hídrico acumulado de 369,2 hectómetros cúbicos desde 2007, según la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

A pesar de todo, según calculan desde la Consejería de Medio Ambiente, si se mantiene el consumo medio de la provincia, el abastecimiento podría estar garantizado, al menos, durante los próximos dos años.

Uno de los embalses que más escasez de recursos sufre de Cádiz es precisamente el de mayor tamaño y capacidad de toda la provincia: el del Guadalcacín, situado entre los municipios de San José del Valle, Arcos de la Frontera, Paterna y Algar. Este gran pantano dispone de una reserva de agua acumulada de 162,71 hectómetros cúbicos, poco más de un 20,3% de cuanto puede albergar tras su presa. Aún así sigue siendo el que más líquido recoge de toda la provincia hoy día. En la misma situación se encuentra el pantano del río Barbate, en Alcalá de los Gazules, que a partir de esta semana estará por debajo del 20%. Hay que tener en cuenta que la capacidad media de estos embalses a lo largo de los últimos nueve años es del 60%.

Las lluvias de mayo

El panorama al que se enfrenta el actual verano podría haber sido aún peor de no ser por las precipitaciones del mes de abril y sobre todo de mayo, cuando la Cuenca Atlántica apenas contaba con un 28% de agua disponible. La lluvia supuso sólo un alivio «parcial», frente a la sequía, según reconocen desde la Junta, pero incrementó el volumen de algunos pantanos hasta en diez puntos de capacidad. A lo largo del mes de junio, el agua fue bajando poco a poco, desde el 32% de capacidad hasta el actual 30%. Si las lluvias no aparecen y se multiplica el consumo, los niveles podrían rebajarse hasta el 25%.